TW
0
J.M. SASTRE/ R.P.F. Los fieles de la Cala Rajada acudieron ayer a la celebración de la misa «con el corazón en un puño», tal y como comentó una señora antes de entrar en el templo. «Vaya desastre que nos han hecho», dijo una fiel al sacerdote, Joan Simonet, mientras le estrechaba la mano con gesto compungido.

Y es que no era para menos ya que, después del destrozo de la Verge del Carme y del Sant Crist, en el altar mayor de la Iglesia no había ninguna imagen ni escultura. Sólo una mesa puesta provisionalmente en sustitución del altar que también se rompió al caerle la Virgen encima.

Los fieles, resignados, acudieron en masa a la misa de ayer a sabiendas de que su Virgen y su Sant Crist no estarían. El sacerdote que ofició la misa, Joan Simonet, al principio de la celebración y sin hacer referencia directa a lo sucedido, invitó a los feligreses a «perdonar con el corazón» aunque ahora esté la justicia de por medio. Por otra parte, el sacerdote, Joan Simonet, explicó que, como medida de seguridad, se han cambiado las cerraduras de la iglesia.

La parroquia fue profanada el pasado 30 de agosto. Al día siguiente, el presunto autor de la decapitación de la Mare de Déu del Carme y de la mutilación días antes de la escultura del Sant Crist de los pescadores, Francisco Javier D.S., fue detenido. El pasado viernes, el joven declaró ante el Juzgado número 4 de Manacor y fue dejado en libertad sin fianza. La Policía Judicial está convencida de que Francisco D.S. es el autor de los destrozos. Él, sin embargo, no se autoinculpó al declarar ante la juez ni se defendió, sólo comentó que no sabía o no tenía conciencia de lo sucedido.