El Ajuntament de Calvià preveía que en mayo de 2000 estaría
aprobado el PGOU, pero al remitir sólo parcialmente la
documentación urbanística al Consell, éste todavía no ha podido dar
la luz verde definitiva al nuevo planeamiento urbanístico. Desde la
aprobación provisional del PGOU, en noviembre de 1999, la CIUM,
dependiente del Consell, tenía medio año para analizar la
documentación, pero al ser incompleta, este plazo se ha prolongado
hasta mediados de julio. El Ajuntament de Calvià ha intentado
presionar al Consell para que el PGOU estuviera aprobado antes de
concluir este mes, pero aún faltan informes.
Dada la envergadura del PGOU calvianer, éste será tratado en una
futura sesión de la CIUM, posiblemente monográfica. Diversos
informes remitidos hasta ahora, como son los de la Conselleria de
Medi Ambient y d'Obres Públiques, prevén que el nuevo Plan General
podría ser aprobado con una serie de prescripciones. Al parecer, la
propuesta municipal de reconvertir Son Font en suelo urbano no será
aceptada. El proyecto de ampliación del cementerio de Calvià
tampoco parece ajustarse a la legislación vigente y también es
probable que el plan especial de la Marina de Magaluf sea retocado
a la baja.
Fuentes autorizadas del Ajuntament de Calvià han señalado que «a
pesar de que entre en vigor el PGOU de 1991, hay mecanismos para
obligar a que los proyectos presentados durante este lapso de
tiempo se deban adaptar al nuevo planeamiento». Las modificaciones
del nuevo PGOU en el suelo urbano afectan básicamente a un recorte
en la edificabilidad. Sin embargo, fuentes jurídicas consultadas
por este periódico contradicen la opinión del equipo de gobierno
socialista y aseguran que las licencias deberán ajustarse al
planeamiento vigente en el momento de ser presentadas.
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