Los inspectores de la Conselleria de Turisme y los agentes abandonan el hotel Rocamar después de colocar el precinto. Foto: TERESA AYUGA.

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M. VAZQUEZ/M. BAUÇÀ Agentes de la Policía Local de Sóller y de la Guardia Civil acompañaron a los funcionarios de Turisme en la colocación del precinto en la puerta del hotel Rocamar. Un reciente Consell de Govern de la Comunitat Autònoma solicitó la intervención de la Delegación del Gobierno para poder precintar el establecimiento hotelero que ya había sido clausurado en septiembre de 1998.

La primera orden de cierre se produjo después de comprobar que este establecimiento no se había adaptado a la nueva normativa turística. Además, el edificio presentaba serias deficiencias, especialmente en materia de seguridad. El actual Ejecutivo reordenó el cierre del hotel tras comprobar que el pasado verano había abierto de forma ilegal.

Los pasados días 11 y 12 de abril, una inspección de la Conselleria de Turisme detectó que el hotel Rocamar estaba abierto y alojaba más de un centenar de clientes, sobre todo estudiantes. Fuentes de la Conselleria de Turisme citaron a modo de ejemplo de la degradación del establecimiento que una profesora denunció el desprendimiento de una barandilla.

Además de la orden de cierre, el Govern ha impuesto una sanción económica por valor de cinco millones de pesetas a la empresa explotadora.
Fuentes de Rosa dels Vents, sociedad que gestiona el hotel expedientado, han manifestado a Ultima Hora que sus abogados estudian las posibles acciones a emprender. Asimismo, aseguraron que esta empresa ha mantenido entrevistas con los responsables de Turisme para dar una solución a este tema. La Conselleria podría estar interesada en adquirir este complejo para demolerlo o reciclarlo como albergue.