La inmigración y el absentismo escolar a partir de los catorce años
son los dos grandes problemas escolares que afectan a la comarca de
Inca. El conseller d'Educació, Damià Pons, se desplazó ayer a la
ciudad para tratar con el alcalde y los directores de los distintos
centros educativos estas dos cuestiones.
Conselleria y Ajuntament acordaron la firma de un convenio para
la puesta en marcha de una oficina de escolarización permanente en
Inca. La figura de un mediador cultural completará el paquete de
medidas acordado entre ambas instituciones y que supone en palabras
del conseller, Damià Pons, «un inicio de colaboración».
El director general de Planificació de Centres, Jaume Gual,
explicó que «hay un flujo constante de niños que se incorporan al
curso escolar y que pertenecen a culturas extracomunitarias». Gual
sostiene que con la creación de una oficina permanente de
escolarización se evitará la concentración de estos chicos en un
solo centro, ya que será la oficina la que distribuya a los nuevos
alumnos.
Por otra parte, el conseller destacó ayer que los centros de
Inca están atrasados en la aplicación del proyecto lingüístico que
obliga a los colegios a impartir el 50% de sus clases en catalán
antes del año 2002.
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