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La Fira de l'Oliva de Caimari consiguió en su segunda edición consolidarse como una de las ferias de Mallorca que provocan una singular expectación. El alcalde pedaneo de Caimari, Pedro Seguí, manifestó ayer a que «el éxito de esta feria reside en que es la única en Mallorca de estas características».

Una muestra de ovejas y diferentes animales todos ellos del término municipal de Selva, así como los grandes productores de aceitunas y aceite fueron los verdaderos protagonistas de esta feria, que ayer contó con la visita del vicepresidente del Govern balear, Pere Sampol, y la consellera de Sanitat, Aina Salom.

Muchas fueron las personas que aprovecharon ayer para comprar en Caimari las aceitunas que consumirán este invierno. Los precios de las aceitunas eran de 500 pesetas el almud para la aceituna verde y de 800 pesetas para la negre pensida.

Los dos grandes atractivos de la feria fueron la tafona en donde se producía el aceite y la sitge mallorquina para hacer carbón, que junto a los puestos de venta convirtieron al la Fira de l'Oliva en una feria autóctona.