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INÉS BONET Los vinicultores de la Denominación de Origen Binissalem quieren que el Govern regule el sistema de concesión de nuevas hectáreas de viñedo a los agricultores para establecer criterios objetivos a la hora de repartir las 30 nuevas hectáreas de viña que otorga este año la Unión Europea. Con esta regulación se evitará la distribución aleatoria que se llevó a cabo hace dos años.

Los representantes de la Denominación de Origen en el primer encuentro oficial con el conseller de Agricultura, Joan Mayol, explicaron la necesidad de llevar a cabo esta regulación. Además, reclaman que se obligue la siembra a los adjudicatarios de las nuevas hectáreas para evitar posibles compraventas. Los agricultores entienden que los que reciban esta nueva siembra se tendrían que comprometer a vender la producción a las bodegas de la comarca. Esta medida es justificada por los vinicultores, ya que sólo se puede elaborar vino con uva procedente de la comarca y no pueden importarlo de otros lugares de España o Mallorca.

Por otro lado, desde la misma Conselleria se quiere llevar a cabo una serie de proyectos de investigación con la UIB relacionados con las viñas. Se pretende estudiar las diferentes variedades que se utilizan mejorar la calidad del producto.

Esta investigación contempla la posibilidad de rescatar alguna de las 30 variedades de viñas de la Isla que, a pesar que están catalogadas, no se utilizan. Los técnicos de la Denominación de Origen opinan que la recuperación de estas variedades enriquecerían los vinos que se elaboran.