El conseller del CIM Antoni Alorda se comprometió a apoyar al máximo al Ajuntament d'Inca para que pueda ir realizando las obras necesarias que den una solución al alcantarillado. Foto: TOMEU GARCIES.

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Inca necesitaría una inversión de más de 3.000 millones de pesetas para culminar las obras de infraestructuras que permiten separar las aguas pluviales de las residuales. Estas obras pondrían fin a las inundaciones que se producen en muchas zonas de Inca cuando llueve, debido a que la capacidad actual de las canalizaciones existentes es insuficiente.

De momento, el Ajuntament d'Inca, ayudado por las subvenciones del Consell Insular de Mallorca (CIM) a través del Pla d'Obres i Serveis, tiene sólo una capacidad de inversión anual de 80 millones de pesetas.

Ayer el presidente de la Comissió de Cooperación del CIM, Antoni Alorda, visitó las obras de la Gran Vía de Colón en donde se coloca el colector que cumplirá la misión de separar las agua pluviales de las residuales de esta zona de Inca.

En su visita, Alorda, que también es concejal del PSM del Ajuntament d'Inca, indicó que «con las obras que se llevan a cabo y las que se realizaron en la zona del matadero ya se ha conseguido que las aguas de lluvia de estas dos zonas no vayan a la depuradora, pero el gran reto es aprovechar estas obras para reutilizar estas aguas que se recogen y que son aptas para regadíos y otros menesteres».

El concejal de Urbanisme del Ajuntament de Inca, Bartomeu Seguí, indicó que «las obras del colector de la Gran Vía de Colón se acabarán en un plazo máximo de dos meses, mucho antes del terminio previsto».

Por otra parte, para el próximo año el Ajuntament prepara los proyectos de la calles de Artà y Barco que conectarán con las calles de Lluc y Músic Balaguer y una serie de pequeñas conexiones de pluviales que quedaron pendientes en la carretera de Alcúdia. Estos proyectos tendrán un coste aproximado de 80 millones de pesetas.