Los bomberos y los propietarios de los restaurantes inundados del Port de Sóller tuvieron que achicar el agua de los locales. FOTO: TERESA AYUGA.

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MIQUEL BAUÇÀ/M. VAZQUEZ La rissaga observada anteayer por la tarde en el Port de Sóller se desarrolló durante cerca de una hora y media, desde las 19.30 hasta las 21.00 horas, aproximadamente. Anteriormente, a media tarde, una oscilación similar había sido detectada en el puerto más occidental de la isla de Eivissa, en Sant Antoni de Portmany, y más tarde, entre las 23.00 y las 24.00 horas, en Ciutadella, al oeste de Menorca. La rissaga de Sóller fue doble, alcanzando una 80 centímetros y la otra 110, informó ayer María José Guerrero, directora accidental del Centro Meteorológico Territorial de Balears.

La situación meteorológica que provocó la rissaga, un fenómeno muy frecuente en Ciutadella, donde el puerto es estrecho y poco profundo, estuvo provocada por una masa nubosa que atravesó el archipiélago balear de oeste a este, alejándose de las islas. Sin embargo, ayer la por la mañana se detectó una nueva oscilación de medio metro en la ciudad menorquina.

Una rissaga es un fenómeno consistente en una brusca oscilación del nivel del mar a causa de la combinación de una serie de condiciones atmosféricas. María José Guerrero explicó que anteayer se daban todas las circunstancias para que se produjera este espectacular retroceso del agua y de hecho, en Ciutadella ya se había activado un sistema de alerta.