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El GOB ha denunciado a la Conselleria de Medi Ambient del Govern ante la Comisión Europea por no haber tomado todas las medidas necesarias para evitar el vertido de aguas fecales ocurrido el pasado domingo y que ya ha causado la muerte de varios ejemplares de pollo de avisador.

El GOB considera que la Conselleria ha actuado de forma negligente, «porque ya ha habido situaciones como ésta, si bien no tan graves, y no se ha hecho nada para evitar que volviesen a suceder».

Para los ecologistas del GOB, s'Albufera sufre un proceso progresivo de deterioro ambiental causado por la mala gestión de que es objeto, «y este incidente es un producto más de esta falta de política conservacionista en el parque natural».

A parte del daño directo causado por el vertido sobre las aves que nidifican en esta zona, el GOB advierte que muy probablemente las condiciones físico"químicas de las aguas y del suelo de la zona se verán alteradas durante bastante tiempo, afectando a las comunidades faunísticas que se desarrollan en el área.

La situación, según el GOB, resultaba del todo previsible. De hecho, el Govern explicó en una nota informativa que durante el verano se produce tal cantidad de agua residual que únicamente puede ser tratada si funcionan las dos bombas impulsoras. El fallo en una de ellas provocó que las aguas residuales se tuvieran que verter a la zona húmeda. Según explicó ayer la directora general del régimen Hidráulico, Catalina Terrassa, «sólo se vertieron unas 100 toneladas de restos fecales que no pasaron de la zona de Ses Salinetes hasta el interior del parque».