TW
0

Un concejal del PP de sa Pobla y que ha salido reelegido en las elecciones del pasado domingo, Cristòfol Perelló, ha sido condenado por una juez de Inca por haber amenazado a una vecina y producido daños materiales en su vivienda. Perelló tendrá que pagar una multa a Francisca Crespí Caimari y a abonarle 31.088 pesetas por los daños producidos en la puerta de su domicilio.

Los hechos se remontan al 29 de agosto del 1998, cuando Francisca Crespí Caimari se personó en el cuartel de la Policía Local de Alcúdia, ya que los hechos ocurrieron en esta localidad. La denunciante manifestó ante los agentes que, estando en su casa, oyó fuertes golpes en la puerta. Su hija abrió un poco la puerta y vio que era el vecino de abajo, que resultó ser Cristòfol Perelló, que venía acompañado de su hijo, Sebastián Perelló. Al ver quién era, el marido de Francisca cerró la puerta. Entonces, el concejal del PP comenzó a golpear con más dureza la puerta gritando que la iba a romper, además de amenazar de muerte en repetidas ocasiones a Francisca y a toda su familia. Durante el transcurso de la amenaza, y debido a los golpes producidos, uno de los recuadros de la puerta cedió. En el informe redactado por la Policía Local de Alcúdia se hace constar, según manifiesta Francisca Crespí, que el motivo del estado de excitación «es un problema que viene de años atrás entre hermanas».

En la sentencia que ha dictado la titular del Juzgado de Primera Instancia de Inca se hace saber, además, que la causa de la gran excitación del concejal se debía a que con una gran frecuencia Francisca regaba las plantas de su terraza, cosa que provocaba que cayese agua encima de una butaca colocada en un patio inferior, propiedad de Cristòfol Perelló.