Los líderes políticos iniciaron ayer un maratón electoral de fin de
semana con el objetivo de poder llegar a todos los mitines que los
candidatos municipales organizaron en sus respectivos pueblos.
En Inca, el PSM celebró el mitin más multitudinario de su
historia, a pesar de que la cena costaba 2.500 pesetas. El
candidato nacionalista, Pere Sampol, llegó a las 21.30 horas a Inca
para dirigirse a los asistentes antes de partir hacia sa Pobla,
donde el PSM celebró también su cena-mitin.
Sampol se refirió al discurso del miedo que hace el PP: «Ni en
la dictadura se era tan radical».
Mientras tanto, Jaume Matas, que ya había pasado por Llubí, llegó a
sa Pobla, donde el PP está acostumbrado a arrasar, y recordó ante
casi mil personas: «Hace 80 años los mallorquines emigramos a
Argentina. Un gobierno que no fuera del PP nos podría hacer
retroceder muchos años». La telepatía entre Sampol y Matas
continuaba. Matas mostraba su preocupación «por si la educación de
nuestros hijos tiene que estar en manos de Sampol». El nacionalista
decía: «Nosotros debemos preocuparnos, y no precisamente por los
hijos de Matas, que van a colegios privados, sino por los nuestros,
que estudian en centros públicos con el modelo del PP».
La candidata de UM, Maria Antònia Munar, comenzó su marcha
electoral en Santa Maria, se marchó hasta ses Salines, y de allí a
Muro, donde llegó a medianoche. Le esperaban más de 1.000
personas.
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