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Los taxistas de Manacor no quieren utilizar el emplazamiento habilitado por el Ajuntament como parada de taxis y han solicitado su reubicación junto a la plaza Ramon Llull de la ciudad. La queja de los taxistas deriva del cambio de parada motivado por las obras de peatonalización del centro. Varios integrantes del colectivo han explicado que la nueva parada, prevista en la calle Amargura, delante de la plaza de la iglesia, cuenta con un inconveniente. «En verano tendremos todas las tardes el sol sobre nuestros vehículos, lo que provocará que los clientes tengan pocas ganas de utilizar los taxis», comentaban los afectados.

Eduardo Puche, delegado de Interior y Transportes, ha manifestado que él no tiene ningún problema con los taxistas. En su opinión, debe ser el propio sector quien tiene que expresar su opinión sobre la ubicación de la parada, y si no, se pronunciará la Administración: «Si creen que es más conveniente ubicar la parada en otro punto de la ciudad se estudiará con detalle».