El derribo del edificio, que se llevaba a cabo desde la parte
posterior, «durará un par de días», señalaba uno de los
responsables de la empresa Incomarsa, la adjudicataria de las
obras, que recordó que «mañana (hoy para el lector) se tendrá que
cerrar el tráfico en la calle Pou Nou para derribar la fachada
principal».
Para poder llegar hasta la parte posterior del edificio, el
Ajuntament ha pedido permiso de paso a los propietarios de los
solares, donde se ha instalado una rampa que permitirá salvar el
desnivel que existe entre el antiguo cine y la calle. El hecho de
que el teatro se vaya a construir en una zona elevada permitirá ser
visto desde una amplia zona de la comarca de es Raiguer, y más
teniendo en cuenta que se dotará al edificio, que tendrá forma de
cubo, de una iluminación especial que realzará la singular forma
del edificio.
Ahora, la empresa que se adjudicó las obras tiene un año de
plazo para construir el teatro, cuyo proyecto arquitectónico ha
sido elaborado por Antoni Pons y Emili Sagristà.
A pesar de que el presupuesto que había previsto el Ajuntament y
el CIM para construir el teatro municipal era en un principio de
104 millones, finalmente éste se ha elevado hasta los 150 millones,
debido a que las ofertas que presentaron las empresas consideraban
que por aquella cantidad no se podían hacer las obras.
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