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El pasado día 1 de marzo, apenas 10 días antes de incendiarse un aula del colegio público Badies a causa de un cortocircuito, un técnico de GESA detectó una avería en uno de los módulos prefabricados. En una inspección requerida por el colegio se detectó que se había estropeado el magnetotérmico (un aparato que regula las sobrecargas eléctricas) de la única aula que no se vio afectada por el siniestro.

Según el documento elaborado por el técnico de GESA al que ha tenido acceso Ultima Hora , la avería no era de la red sino de la instalación privada del abonado. El mantenimiento de los centros escolares corre a cargo de los ayuntamientos, en este caso el Consistorio de Llucmajor. El informe técnico también especifica que el motivo de la avería es el componente magnetotérmico.

El alcalde de Llucmajor, Gaspar Oliver, manifestó ayer desconocer que se hubiera producido una avería: «Desde el Ajuntament no sabemos nada de que se hubiera llamado a GESA. Me extraña que tenga algo que ver con el incendio, porque tendríamos que mirar si hay responsabilidad o negligencia de alguien. También es extraño que desde el centro no hubieran llamado al Ajuntament para avisar a nuestros electricistas para que lo arreglaran».

La directora del colegio, Marisa Jiménez, se encontraba ayer fuera de Mallorca. La jefa de estudios, Nuria Marín, explicó avisaron a GESA día 1: «Llamamos porque cuando enchufamos un radiador en una de las aulas hizo saltar el magnetotérmico y se estropeó. El técnico de GESA nos dijo que no era problema suyo».