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El grupo socialista del Ajuntament de Santa Margalida reunió a más de 150 personas en un acto de carácter informativo al que también asistieron los propietarios de Limpiezas Urbanas de Mallorca SA (LUMSA), Bartomeu Gelabert, y de Aigües Can Picafort, Miquel Perelló.

El acto fue convocado, según Miquel Cifre, «para que el pueblo sepa qué pasa en el Ajuntament, ya que a pesar de las manifestaciones del alcalde, Antoni del Olmo (PP), en las que dice que su gestión es transparente, lo cierto es que los plenos se celebran ahora cada dos meses y se han suprimido las intervenciones del público. Además, el actual equipo de gobierno (PP, CPU y GIP) aún no ha puesto en marcha el Pla Mirall en Son Serra y en Can Picafort, y éste era uno de los motivos que adujo para presentar la moción de censura».

El ambiente se crispó cuando el propietario de Aigües Can Picafort acusó a Cifre de haber recibido unos solares a cambio de la adjudicación de unas obras a una determinada empresa. Cifre lo negó y acusó a Perelló de «mentiroso y sinvergüenza», retándole a probar dichas acusaciones, aunque Perelló «no quiso jugar porque sabía que perdería», afirmó Cifre, quien le ofreció el voto de su grupo a concederle una prórroga en el servicio de agua de Can Picafort si probaba las acusaciones que había realizado.