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La mánager de la división comercial de la empresa nipona Felissimo, Atsko Amao, dedicada a la venta de artículos por catálogo, visitó ayer varias fábricas de zapatos y piel de la comarca de es Raiguer, acompañada del responsable del CDER (Centre per al Desenvolupament Econòmic del Raiguer), Antoni Munar, y el vicepresidente de la compañía Altesse, Hiroyoshi Kato, contratada por el CDER para establecer lazos comerciales con empresas japonesas dentro del programa Ex"Raiguer.

Felissimo distribuye casi un millón de ejemplares de un catálogo, dos veces al año, por todo el territorio japonés, y otro cada mes con una tirada de 700.000 ejemplares. Además, tiene delegaciones en París, San Francisco o Nueva York, cuya «Lifestyle shop» está en la Quinta Avenida.

Antoni Munar destacó la gran dificultad que tiene cualquier producto para introducirse en el mercado nipón, «pero una vez estás dentro, el cliente japonés es fiel».

Atsko Amao afirmó que su empresa está buscando «inspiración en otras culturas. Lo que quiere el cliente japonés es un producto que provenga de un lugar con historia y con bagaje cultural, pero que se pueda adaptar al diseño al que están acostumbrados en el Japón».