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El último tramo que se conserva de la muralla medieval de Santanyí, que data del siglo XV y se trata de un Bien de Interés Cultural (BIC), está a punto de desplomarse debido a su deterioro. En estos momentos, está cercada y apuntalada para evitar el derrumbre. La Comissió de Patrimoni Històric del Consell Insular de Mallorca (CIM) se ha comprometido a restaurarla, después de haberse librado un conflicto de competencias con el Ajuntament y la propiedad colindante para saber qué institución se hacia cargo de evitar el desplome.

Según explicó el alcalde de Santanyí, Cosme Adrover (PP), «Patrimoni se ha limitado a decir que apuntalaramos la muralla desde que nosotros les remitimos la instancia advirtiéndoles del peligro. Resulta que ha habido un conflicto de competencias porque está en una propiedad privada, pero el propietario no tiene ningún documento donde conste que la muralla es suya. No sabíamos quién era el que tenía que hacerse cargo de la restauración».

Después de varias conversaciones entre Patrimoni y el Ajuntament se llegó al acuerdo que sería el CIM quien procedería a la restauración debido a la importancia que tiene la muralla.

Un monumento de un gran valor
La muralla medieval de Santanyí tiene un gran valor histórico. Fue construida en el siglo XV y el modelo es conocido como murada de bastida,, que servía para evitar que el ganado saliera de la fortificación.

Según explicaron desde la Comissió de Patrimoni del CIM, «es una de las pocas murallas de este tipo que aún se conservan fragmentos en Mallorca. De ahí, la importancia que tiene evitar que acabe derrumbándose.