María está preparando la mudanza. | Miquel Àngel Cañellas

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«O pagas alquiler o comes». Esas son las cuentas que se hacen María y Ramón a la hora de buscar una vivienda en Palma o en el resto de la Isla. En los últimos cuatro años han residido en el parque de Son Malferit después de reconvertir unas diminutas casetas para guardar herramientas en su vivienda. En el caso de María, han ido ‘fabricando’ habitaciones, expandiendo la casa para dar cabida a toda la familia. El problema es que se han asentado en un solar municipal en el que el Ajuntament de Palma planea un futuro punto verde y, además, un punto negro para que las autocaravanas puedan vaciar sus aguas sucias.

Sin embargo, en ese mismo solar municipal es la residencia de María y Ramón, así como sus hijos de 14 y 4 años. Hace ya casi un año supieron que el Ajuntament pretendía desalojarlos para llevar a cabo el que será el segundo punto de atención para las caravanas del municipio. Pero eso significaba que esta familia, junto a la de Carmen, que vive con su hijo y su nieto, tengan que dejar el parque.

«No nos negamos a pagar», insiste María. «Si tenemos trabajo, pero ahora mismo el alquiler vacacional ha eliminado mucha oferta. Lo único que encuentro son alquileres por semanas. Cuando busco una habitación, nos dicen que no podemos ir con niños». María se conoce de arriba a abajo todas las ofertas inmobiliarias y no encaja en las nuevas demandas económicas. «Limpio en una casa pero no me quieren hacer contrato. Y luego vendo en los mercadillos, tengo un puesto en Son Fusteret». Su pareja es afilador». La opción de okupar una casa ni se les pasa por la cabeza. Por eso les pareció la mejor opción vivir en el parque. Por la noche se llenaba de botellones, así que «lo tenemos cerrado y abrimos a los técnicos de Cort cuando vienen», dicen María y Ramón.

Ramón es afilador.
Ramón es afilador.

Ahora tienen más motivos para el insomnio. El miércoles la Policía Local les entregó una notificación de Cort: tienen de fecha tope hasta el 29 de noviembre a las 9.30 horas para abandonar el parque. En caso de no haber desalojado el solar, el Ajuntament de Palma «tomará las medidas pertinentes para la recuperación del bien, pudiendo solicitar el auxilio de las fuerzas y cuerpos de seguridad». Fuentes de Cort señalaron que «el día 25 técnicos de Serveis Socials tienen previsto ir y valorar cómo pueden ayudarles».

Carmen, a las puertas de un infravivienda.
Carmen, a las puertas de un infravivienda.

María está atareada: empaqueta ropa y enseres que se llevará, aunque aún no sabe dónde. «Me veo en la calle el día 29», dice con preocupación. Pero lo que más le quita el sueño es que le retiren la custodia de sus hijos por no entrar en el mercado inmobiliario.