Bernat Nadal, Martí Lucena y Joan Cerdà

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Venticinco años después de su primera edición, el Col·legi Oficia d’Arquitectes de les Illes Balears (COAIB) relanza la Guía d’Arquitectura de Palma que vuelve a estar dirigida por el arquitecto Martí Lucena, responsable de la reforma del Hostal Terminus. Todo un compendio cronológico de las obras más destacadas: desde el arco de la calle Almudaina que pertenecía al recinto amurallado romano, al último que ha entrado en la guía, un edificio de la UIB de 2014. La presentación del libro se ha llevado en la sede de la COAIB, acompañado por el decano del colegio, Bernat Nadal, y el presidente de la demarcación de Mallorca, Joan Cerdà.

El objetivo de esta nueva edición era revisar el estado de conservación y la supervivencia de las obras de la primera edición. Y además, incluir las obras más destacadas de estos últimos años. «Se han repescado obras de la segunda mitad del siglo XX que en su momento fueron descartadas», señaló Lucena, que agradeció la colaboración de arquitectos, propietarios y las expertas Magdalena Riera y Catalina Cantarellas.

Se incorporan a la guía los talleres ocupacionales de Amadip-Esment de Son Ferriol, el CEIP Cas Capiscol, la escoleta de es Molinar, el edificio de viviendas en la calle Aragón esquina con Wagner (El Vivero), y el centro de estudios de Postgrado de la UIB. Pero también hay que lamentar una pérdida: el edificio de viviendas proyectado por Guillem Muntaner, obra racionalista de 1939, que se hallaba en el número 56 de Eusebi Estada. Lucena también criticó el deplorable estado de edificios como Can Serra o Can Weyler, cuyo estado ha ido a peor en el último cuarto de siglo.

No aparece el Palau de Congressos ni el edificio de Gesa. Precisamente el icónico inmueble de José Ferragut, que se convertirá en un museo de arte moderno, según los planes del Ajuntament de Palma, fue objeto de declaraciones de Lucena. «Gesa es un edificio que tuvo la mala suerte de quedar aislado y siempre fue un incordio. Pero es un edificio magnífico para oficinas. Buscarle otros usos es una equivocación», señaló el arquitecto.

El alcalde de Palma, Jaime Martínez, ya se está planteando eliminar parte de los forjados entre plantas para que así quepan obras artísticas de gran tamaño. «No me parece el edificio más adecuado para construir un museo y eso que es magnífico. Pero es un sobreesfuerzo que habría que dedicarlo a otras cosas», dijo Lucena.