El edificio de Gesa será rehabilitado. | Jaume Morey -

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La remodelación del edificio de Gesa podría tener un coste que oscilaría entre los 31 y los 47 millones de euros. Esta es la cifra que manejan algunos arquitectos consultados y confirmada por el Col·legi Oficial d’Aparelladors i Arquitectes Tècnics de Mallorca (COAAT). El alcalde de Palma, Jaime Martínez, anunció la semana pasada la adquisición del inmueble tras cerrar un acuerdo con Endesa, lo que supondría un desembolso de 25 millones de euros. Para su compra se recurrirá a los fondos Next Generation, a los que se han solicitado 10 millones, el tope máximo, una cifra que aliviaría el coste.

Pero a esta cantidad hay que sumarle también la rehabilitación del edificio, que cuenta con 15.915 metros cuadrados repartidos en 11 plantas y dos plantas sótano, según su ficha catastral. Fuentes del COAAT hicieron un cálculo aproximado de lo que podría costar su rehabilitación para convertirse en un nuevo museo de arte moderno en Palma.

«La ratio oscila entre los 2.000 y los 3.000 euros el metro cuadrado», señalaron desde el Col·legi Oficial d’Aparelladors i Arquitectes Tècnics. Todo esto, advirtieron, sin haber entrado en el edificio. «No sabemos en qué estado se encuentra su interior ni si será necesario reforzar su estructura, pero hay que tener en cuenta que está junto al mar, que tiene un efecto corrosivo», advierten.

A todo esto se suma la intención del Consistorio de convertir Gesa en un edificio sostenible. El alcalde advirtió de la intención de mantener el aspecto de los característicos cristales de color cobrizo. Martínez señaló la semana pasada que se «cambiaría la ‘piel’ del edificio para mantener su mismo aspecto pero los cristales podrían captar energía solar». Así, desde el COAAT explicaron que «si quieren que sea un edificio sostenible, hay que cambiar todo el envoltorio de cristal porque no está aislado», lo que incrementaría el coste hacia el rango más alto de la horquilla.

El edificio, que está protegido, también debería ser renovado por dentro ya que acogerá un museo de arte moderno en cinco o seis plantas, además de un archivo, biblioteca, un salón de actos y un par de negocios de restauración. «El edificio se construyó en 1965 y los techos son demasiado bajos. Tendrían que tener una altura de entre tres metros y tres metros veinte para poder colocar las instalaciones eléctricas o de aire acondicionado». Ahora queda comprarlo y hacer un concurso arquitectónico a nivel internacional para precisar su coste final.

La concejala de Més, Neus Truyol, que en la legislatura pasada fue regidora de Model de Ciutat, señaló que «habíamos hecho unos cálculos de que la reforma podría salir por alrededor de unos 2.000 euros el metro cuadrado». En la legislatura pasada se estimó que la reforma podría ascender a unos 25 millones de euros, ya que se movían en una horquilla de entre los 1.333 y los 1.666 euros el metro cuadrado.

«Se hizo una prospección para arreglarlo y ya entonces se hablaba de una cifra que podría moverse entre los 20 y los 25 millones como mínimo. Lo más caro es la climatización del edificio. Sus fachadas son acristaladas y están junto al mar. Esto encarece mucho el proyecto», explicó Truyol, que añadió que el hecho de que sea un edificio catalogado y singular supone un desafío.