TW
22

En Nou Llevant posiblemente se den los contrastes inmobiliarios más salvajes de Palma, que se encuentra sacudida por un tsunami encarecedor. Solo les separa una acera, pero en este barrio de Palma, que tiene sobre su cabeza el futuro Distrito Digital, es posible encontrar un piso okupado en la calle Brotad por 99.000 euros. Y a menos de 500 metros de distancia se despliega un flamante bloque de nuevas viviendas cuyo ático se cotiza ya a 3,3 millones de euros.

Después de décadas de degradación, los habitantes de Nou Llevant han visto como en unos pocos años han rebautizado su barrio y han empezado a emerger bloques de nueva construcción en los solares más cercanos al Palau de Congressos, que podría decirse que ha sido la mecha que ha prendido el fuego. Y en solo unos años ha pasado de ser el Polígono de Levante a ser rebautizada como Nou Llevant pero ya los hay que se atreven a renombrarla como Nou Portitxol, lo que permitirá encarecer en muchos de miles de euros más el precio final. Todo es cuestión de márketing.

Repetición
«Lo de Nou Llevant es lo mismo que le pasó al Casc Antic hace ya veinte años. Se prevé que este barrio sufra la misma transformación. Será lo mismo, pero más chic, especialmente todo aquello que esté próximo al mar», ha señalado Natalia Bueno, vicepresidenta del Colegio de Agentes Inmobiliarios de Balears (APIs).

Ella misma advierte que el año pasado vendió un par de viviendas en los bloques de color amarillo y rojo «por 150.000 euros. Tuvieron que poner cámara de vigilancia en la comunidad» para conseguir algo de seguridad en el interior del edificio.

Los anuncios inmobiliarios muestra una diferencia abismal en la oferta de Nou Llevant. En los límites de la Soledat Sur es posible hacerse con un piso de 45 metros cuadrados por solo 51.200 euros. «Este inmueble ha sido adquirido en subasta judicial por el vendedor no habiéndose tomado la posesión del mismo», reza el anuncio. Lo que haya tras la puerta puede ser toda una sorpresa.En la calle Brotad se vende una vivienda con okupas por 99.000 euros. «No se puede visitar, por lo tanto solo tramitaremos ofertas al contado. No se puede financiar».

Mientras tanto, en el otro extremo de la balanza inmobiliaria se despliegan los bloques de nuevas construcción. Es el caso de la promoción The XO Residences Palma, de Xojay, donde un anuncio de una inmobiliaria foránea hace salivar a los inversores extranjeros al jugar al despiste geográfico sin rubor sobre está vivienda, situada en la Avenida de México: «Descubre la elegancia de vivir en un moderno piso en Palma de Mallorca, en la encantadora zona de El Molinar». Estar al lado del Molinar se paga: en concreto 3,36 millones de euros por 140 metros cuadrados.

«Este residencial se encuentra frente al Parc De Can Palou, en el vibrante barrio de Nou Llevant y a pasos de la bahía Portixolet, brindando acceso directo al exclusivo puerto de Portixol. Los afortunados residentes disfrutan de un entorno lleno de cultura, opciones gastronómicas, entretenimiento y la cercanía de marinas y resorts de primer nivel», advierte el anuncio. Y es cierto que esta promoción se encuentra muy cerca de la futura Caja de Música, del Palau de Congressos, el aún en pañales Distrito Digital y Can Ribas, que se destinará a la innovación, por lo que se parece desprender de las últimas intenciones del Ajuntament de Palma.

Y todo esto a unos pocos metros de La Soledat sur, donde hay conocidos problemas de convivencia vecinal. Sin embargo, estas viviendas son circuitos cerrados donde sus habitantes apenas tienen contacto con la barriada salvo por un par de supermercados que acaban de abrir. También en la Avenida de México, un anuncio de un vendedor extranjero ofrece su vivienda por 950.000 euros: «Exclusivo ático con vistas al mar: ¡nueva construcción, primera ocupación inmediata posible! ¡Directo del propietario! Oportunidad única en Nou Portixol (Llevant a sólo 5 minutos andando de la playa del puerto de Portixol)».

Mientras tanto, los inversores suecos ya han puesto sus ojos en las viviendas que se encuentran frente al parque de la Fachada Marítima y el edificio de Gesa, que podría arrancar su renovación esta legislatura. Una inmobiliaria sueca no duda en ofertar una de estas viviendas que hace décadas acogió a trabajadores de la estación eléctrica. El olfato de los inversores inmobiliarios cae rendido ante la cercanía del mar y los solares vacíos de la zona se cotizan a precios estratosféricos. El pelotazo en Nou Portitxol está en marcha.