Los niños lanzaron ‘pebres de cirereta’ al Drac de na Coca para que mantenga la llama de las Festes con su aliento. | Pere Bergas

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Con sus fauces a rebosar de pebres de cirereta, de una sola bocanada, el Drac de na Coca prendió la llama de las Festes de Sant Sebastià. La Plaça de Cort acogió este sábado el sus de las fiestas del patrón de Palma, que se prolongarán hasta el próximo 28 de enero. Aunque este año la afluencia de público fue menor que en otras ediciones, la plaza se llenó de niños y niñas impacientes por alimentar al dragón y disfrutar de los entrañables personajes que habitan el Ajuntament de Palma.

El público llegó a la plaza a las 11.30 horas, y media hora más tarde comenzó a impacientarse. El sus se retrasó algo más de lo previsto pero, poco después del mediodía, comenzó a escucharse la percusión de la batucada Nam Sobrats de la Escola Municipal de Palma, cuyos integrantes subieron al balcón del consistorio para protagonizar el tradicional toc de tambors.

Acto seguido, entró en escena Madó Pereta, que ejerció de maestra de ceremonias. Después de darles la bienvenida a los presentes y explicar la historia y presentar a los Gegants i Capgrossos de la Sala -desde quiénes fueron sus artífices hasta su relación con las rondalles mallorquines-, el público disfrutó de la clásica ballada de gegants al ritmo de las xeremies, así como de los capgrossos, que entraron en la plaza con las cometas que protagonizarán la Volada d’Estels en el Parc de la Mar el próximo 28 de enero.

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Tampoco faltaron los ‘dimonis’, que interactuaron con el público, asustando a los niños y repartiendo escobazos a diestro y siniestro.
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A continuación llegó el turno de la improvisación, la crítica y el humor a través de la palabra oral. Las glosadores Alícia Olivares, Maribel Servera, Maria Magdalena Amengual y Cati Canyelles, de la Associació de Glosadors de Mallorca, no dejaron títere con cabeza: recibieron los fotógrafos que tomaban más fotos de las necesarias; las autoridades políticas por no contemplar el día de Sant Sebastià como festivo, o incluso la propia Madó Pereta. Pero sobre todo reivindicaron la protección de la lengua catalana, bajo el lema la llengua no es toca. Todo ello siguiendo las notas de guitarra de Annabel Villalonga y la interpretación al lenguaje de signos de Elianne Sacarafille, que tuvo que esforzarse de lo lindo para seguir el ritmo de las hábiles glosadores.

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Como es habitual, los ‘capgrossos’ encandilaron a los más pequeños.

Acabadas las gloses, Madó Pereta volvió a personarse en el balcón inferior de Cort para interpretar el pregonet, basado en el texto de Caterina Valriu El Drac de na Coca i la flama de la festa. Después de ser presentados como es debido, los capgrossos protagonizaron un animado baile, coreografiado por Catin Luna e interpretado por la Escola de Música i Danses de Mallorca, con la participación de Geganters, Sonadors i Balladors de Mallorca. Acabado el baile, en el balcón del Ajuntament apareció la regidora de Participació Ciutadana, Lourdes Roca, que recordó el programa de fiestas al completo ante el público acompañada por el alcalde de Ciutat, Jaime Martínez, que por su parte les deseó unas felices fiestas de Sant Sebastià a todos los ciudadanos de Palma.

Y finalmente, llegó el momento más esperado de la mañana. Con la música de la Batucada Saravá marcando el ritmo de la fiesta, ante la atónita mirada infantil, desde la Plaça de Santa Eulàlia apareció el temible Drac de na Coca. En Pere Poca Por le entregó un chupete y el reptil estalló de furia, cubriendo a los capgrossos de chispas. Con los ánimos más calmados, el Drac se situó en uno de los extremos de la fachada del Ajuntament y grandes y pequeños formaron una larga cola. Solo faltaba alimentarle de pebres de cirereta para que llene de fuerza las Festes de Sant Sebastià.