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Es una constante en los últimos años. La obra de los arquitectos mallorquines se cuela en el palmarés de premios nacionales e internacionales de arquitectura. En esta época de esplendor, hay toda una generación de profesionales de la Isla que saben conjugar el buen diseño con los desafíos del cambio climático, la innovación en edificios de nueva construcción o la capacidad de devolver el resplandor a grandes edificios históricos de la Isla conjugados con los usos actuales.

Uno de estos reconocimientos viene del palmarés de los premios FAD que concede la asociación ArquinFAD del Fomento de las Artes y del Diseño (FAD). Este martes a las 19.00 horas, en el espacio Cosentino de Palma, tendrá lugar una mesa redonda en la que se reunirán los arquitectos mallorquines que en la edición de 2023 han sido finalistas o seleccionados.

El estudio OHLAB ya es veterano en estas lides. En la última edición ha sido finalista en la categoría de interiorismo por su trabajo en Santacilia, un imponente inmueble del Casc Antic cuyo origen se remonta al siglo XIII, aunque el edificio visible desde la plaza Tagamanent aparece registrado en los archivos de la ciudad en 1576 con el nombre de Can Santacilia. Jaime Oliver y Paloma Hernáiz han sabido a cometer una modernización con responsabilidad histórica.

Ca n’Uli se ha ganado su puesto como proyecto seleccionado en los premios FAD 2023. Como dice el arquitecto Vicenç Mulet, «es una gran casa con patio, siguiendo la estructura de los romanos, a través del cual se articula el edificio» en Son Serra de Marina. Regular la temperatura y preservar la intimidad son sus premisas, en un juego de sombras que sabe adaptarse a las estaciones. «Hay sencillez pero no simpleza», advierte Mulet.

Las viviendas protegidas del Ibavi se han ganado un considerable prestigio. En esta ocasión Itziar Lafuente y Adrià Talens, de LLOC arquitectes, que firman el proyecto de 48 viviendas de protección pública en Calvià del Instituto Balear de la Vivienda (Ibavi), han creado el primer edificio de madera que también combina la cerámica local.

NØRA studio, con Marina Munar y Pau del Campo al frente, firman En batería, una casa unifamiliar en Sa Pobla construida en una parcela alargada entre medianeras que se rige por la austeridad energética. El despacho mallorquín Toni Gelabert Arquitectes se ha encargado del diseño de Cuarto Bocel, rediseñan una vivienda centenaria en el barrio de Chamberí, en Madrid. Gelabert juega con la identidad de la antigua vivienda pero alterando y distorsionando sus geometrías y tamaños.