«Hace cuatro meses me han colocado dos contenedores más y en verano huele fatal. La gente ya no se quiere sentar fuera, en la terraza», se lamenta Viedma, que se siente impotente. Al final ha optado por pedir la retirada de la terraza y ya no paga tasas, pero la caja, claro está, se resiente en este pequeño negocio del barrio de Pere Garau.
Viedma reconoce que está al borde de un ataque de nervios y llora desconsolada. «Me están entrando ratones en el negocio», dice mientras solloza esta joven empresaria, que pelea por mantener su pequeña panadería a flote aunque los tiempos son difíciles. Pese a que mantiene su negocio en un estado impecable y limpia a fondo todos los días, los ratones se le meten en el negocio, atraídos por el olor de los seis contenedores de basura.
«Hace poco tuve que cambiar el horno porque una rata se había colado en el interior. La empresa panificadora me ha instalado uno nuevo pero es que no hay derecho a esto», dice la empresaria.
Viedma dice que siente el apoyo de todo el barrio pero ella lo que pide al Ajuntament de Palma es que le retiren la batería de contenedores. «Cort no me hace caso aunque ponga quejas», se lamenta. Y muestra los escritos que ha mandado al Consistorio, además del informe de la panificadora, en el que alerta de que un roedor se le había colado en el horno.
La trastienda de la cafetería y panadería está repleta de trampas y pegamento para ratones. «No me merezco esto, necesito ayuda», dice desesperada. Y es que esta joven autónoma además es madre de un bebé. Trabaja todos los días de lunes a domingo y abre desde las siete de la mañana a las dos y media de la tarde. «Nunca descanso, abro todos los días de la semana, pero al final es agotador», dice Viedma.
La empresaria pide que venga Sanidad, «ya lo han hecho otras veces y han alabado lo limpio que está mi negocio». Pero reclama que Cort cumpla su parte: «Estoy pagando impuestos y al final tengo la basura delante y sin derecho a terraza», zanja.
24 comentarios
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RealistaUna triste panaderia que es el sustento de una persona emprendedora que, además de no querer vivir de paguitas, se levanta muy temprano a diario para ganarse el sustento. Cuando vaya por una acera y ésta le obligue a bajar a la calzada para seguir su ruta, entonces se podrá quejar.
A ver si las ratas no son de los contenedores........
Esta señora tiene que c9ntratar a un buen abogado y querellarse con emaya y con el ayuntamiento por delito contra la salud pública.
La pobre señora ha equivocado la nacionalidad para poder recibir ayudas, tiene que ser de los que no comen jamón por lo menos
Y cuando EMAYA va arreglar los contenedores? La gran mayoría no funciona el pedal de apertura.
Tener un negocio es un sinvivir. Cuando no es una cosa, es otra. No vale la pena. Lo siento por esta señora.
RealistaSi no esta de acuerdo con las normas de convivencia que hay actualmente en la ciudad de Palma, bien puede poner una queja y/o reclamación al departamento correspondiente, o bien se puede ir a vivir a otra comunidad o bien a otro país .
En la calle Nicolau de Pax hay un pequeño vertedero (ironía) desde hace años… EMAYA no pasa con la suficiente frecuencia y solo vacía los contenedores, no lo que la gente deja fuera que es lo da más mala imagen.
Land CarsonSolo limpian a diario el que está frente. Vicepresidencia en el paseo Sagrera