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La calle Cotlliure y sus aledaños fueron ayer protagonistas de la ruta a pie promovida por el festival de arquitectura Open House, que se seguirá celebrando este fin de semana. Los arquitectos Lluis Gené y Biel Alomar actuaron como maestros de ceremonias en un recorrido al que se sumaron una treintena de personas. «Mi trabajo de fin de master estaba centrado en la conversión de la calle Cotlliure en un eje cívico como continuidad de Blanquerna, destacando los elementos patrimoniales que lo rodean», explicó Gené.

El paseo arrancó en s’Escorxador y continuó por los cuarteles de Son Simonet y Son Busquets, «dos grandes espacios militares con mucho potencial» y donde está previsto que se produzca un crecimiento urbanístico en breve.

El barrio de Corea también fue objeto de debate en el paseo de Open House, «una muestra del urbanismo de posguerra con muy buenas intenciones, que debía acoger a gente que emigró de la Península. Las malas calidades de los materiales y su desvinculación del resto de la ciudad provocaron la degradación física y social de este espacio», lamentó el arquitecto.

También destacan los restos de la Font de la Vila, en el interior del mercado de Camp Redó, «que está ahora mismo cerrado a cal y canto y sería bueno recuperarlo». Gené advirtió de la importancia de la calle Cotlliure, que cuenta en sus inmediaciones «con una docena de escuelas e institutos. La posibilidad de hacer un eje cívico habría beneficiado a miles de escolares, que habrían tenido autonomía para ir caminando hasta sus centros educativos». Gené reconoce que «tengo un disgusto terrible por la eliminación del proyecto del eje cívico, contaba con fondos europeos. Pero pasó lo mismo con Nuredduna y Blanquerna».

Open House prosigue hoy y mañana con la apertura al público más de 60 edificios. Además, se proponen actividades familiares analizando los patios de Palma y su comparativa con la casa romana.