Pleno del Ajuntament de Palma. | Pilar Pellicer

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El Ajuntament de Palma estudiará, una por una, las plazas de los trabajadores municipales a las que puede eliminar el requisito del conocimiento de la lengua catalana. Se aprueba así la modificación de una propuesta de Vox que ya quedó pendiente de discusión en el último pleno. La diferencia radica en que el partido de extrema derecha pedía dejar sólo la obligación de conocer el catalán a los trabajadores que están de cara al público y el PP ha matizado que pueda haber otro tipo de perfiles en los que sea necesario.

En cualquier caso, el estudio, que promete ser exhaustivo y durará varios meses (según la regidora de Función Pública, Mercedes Celeste), implica un nuevo retroceso en el conocimiento obligado de la lengua propia para acceder a la administración o, como defiende Vox, es un paso más para la igualdad de los dos idiomas oficiales de la comunidad en el ámbito de la función pública.

«Queremos que el requisito se aplique sólo en los casos en que sea necesario, que se mire los puestos que realmente lo necesitan y sino se quede en un mérito», ha alegado el portavoz adjunto de Vox en Cort, Fulgencio Coll. «Hay gente técnicamente muy buena apartada de su labor por no tener el catalán, eso no se puede hacer», ha defendido. «No tenemos nada en contra del catalán, no somos nosotros los que lo han utilizado para dividir».

Por su parte, la regidora del PP, Mercedes Celeste, ha confirmado que el Ajuntament revisará y adecuará todos los lugares de trabajo municipales pero ha ampliado la justificación. «No sólo por el catalán, también adaptaremos la carrera profesional o los concursos de traslados», ha alegado.