El ascensor empezó a estar operativo el martes por la mañana | Jaume Morey

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Han sido años de espera, pero por fin los vecinos de la Plaza Mayor, y el resto de ciudadanos, ya cuentan con un ascensor que la une con la Vía Roma. El Ajuntament de Palma procedió este martes a la apertura al público del mismo y, tras las quejas de los vecinos, también retiró las vallas de obra, así como la suciedad, jeringuillas y heces que se acumulaban en la zona, provocada por hasta cinco indigentes que pernoctan allí. Los vecinos denunciaron el pasado lunes que, pese a la limpieza de Emaya de hace quince días, la suciedad volvía a campar por sus anchas de nuevo. Este martes a primera hora se procedió a limpiar la superficie.

Por su parte, la defensora de la Ciudadanía, Anna Moilanen, se mostró especialmente satisfecha por la puesta en marcha de esta infraestructura tan demandada. Y advirtió que el cambio de ascensor se ha hecho «con una nueva maquinaria, lo que significa un mejor funcionamiento y menos averías, salvo que se haga un mal uso o se vandalice». Moilanen explicó que «el vigilante de las galerías de la Plaça Major cubrirá también el acceso del ascensor, con un aumento del horario de vigilancia que pasa de siete de la tarde a doce de la noche».

Los 'sin techo' de la Plaza Mayor se trasladaron de ubicación tras la operación de limpieza
Los 'sin techo' de la Plaza Mayor se trasladaron de ubicación tras la operación de limpieza

Aún así, la defensora de la Ciudadanía sugirió que en la zona podría incluirse iluminación LED, además de colocar dentro del ascensor cartelería informando de dónde están los accesos a las Ramblas y Plaça Major. También dejar claro «qué es lo que no se puede meter en el ascensor. Esto no es un montacargas». Para Moilanen supone una gran satisfacción la apertura de este ascensor, un gran escollo para la accesibilidad de la zona, ya que obligaba a personas mayores o con discapacidad a tener que dar un rodeo por Sant Miquel y la Costa de sa Pols para poder bajar hasta la Vía Roma.

Expediente

«La apertura de este ascensor supone el cierre del expediente de la Oficina de la Defensora, que abrió en 2008», el más antiguo que ostentaba esta entidad. En cuanto a los sin techo que viven en la zona, Moilanen lamentó la situación de estas personas y aclaró que disponen de ayuda «si así lo desean».