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El desfase y la falta de control siguen en Mallorca, cuando todavía no se ha alcanzado el ecuador del verano. Las últimas imágenes que causan estupor entre los vecinos del Paseo Marítimo se han producido, a plena luz del día, en el Muelle de las Golondrinas, una zona de tráfico y amarre de embarcaciones de carácter lúdico. Allí, a plena luz del día, un grupo de turistas se lanzaron de manera peligrosa al agua, en una actitud irresponsable dado el peligro que entraña ese espacio.

La Associació de Veïns del Passeig Marítim ha hecho llegar unas imágenes en las que se observa que dos turistas se lanzan al agua sin control, en un momento en el que no existe supervisión en la zona por parte de la Policía del Puerto o la autoridad competente en ese rincón emblemático de la capital mallorquina.

«Luego habrá que anunciar algún ahogamiento, accidente con hélices de una embarcación, etcétera y toda la clase política se lamentará sin tener un plan de acción inmediato para este tipo de turismo», refiere la entidad en un comunicado, recalcando que «imágenes y actitudes como estas alientan la turismofobia del residente local que se plantea hasta cuándo hay que seguir llenando servicios y establecimientos con personas incívicas que alteran la vida de la ciudad», admiten desde la citada asociación.

Ante estos hechos, y a través de la Asociación Patronal de Empresarios de Actividades Marítimas de Baleares (APEAM), el propietario y patrón de Cruceros Marco Polo, Paco Font, ha querido salir al paso al verse implicado sin quererlo en estos hechos al ser protagonista indirecto y sin quererlo. «Somos una empresa pequeña y llevamos 53 años enseñando el puerto. No tenemos nada que ver con esta gente, nosotros no hacemos nada de esto. Justamente, se tiraron tras mi barco», asegura molesto con ese vídeo que ha circulado por las redes y varios medios de comunicación.

«He tenido que dar mil explicaciones, porque estas personas se tiraron justo delante de mi barco y no tienen nada que ver con nosotros», añadía Font, quien recuerda que «les veía y les llamamos la atención al ver cómo actuaban, porque hablamos de algo peligroso al estar cerca de motores que pueden, literalmente, absorberte», prosigue el propietario de Cruceros Marco Polo, que a su vez reclama a la Associació de Veïns del Passeig Marítim «que informe con conocimiento de causa, porque nos han hecho mucho daño y queremos reiterar que estos hechos no tienen vinculación alguna con nosotros ni nuestra empresa», a la par que no esconde que «mayor control por parte de las autoridades ayudaría a evitar estas imágenes que ayudan poco al sector y la imagen de Mallorca».