Esta Clau es considerada por la historiadora Eulàlia Duran una obra destacada de orfebrería histórica. Elaborada con oro, cuenta también con esmaltes y pintura, así como con inscripciones en letra gótica y cuatro escudos. | R.L.

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«No son falsas, son una recreación», sentencia Tomeu Bestard, cronista de Palma. Tras la polémica de la datación exacta de una de las Claus del Regne, que trajo el Ajuntament de Palma desde Dallas para su estudio, Bestard ha salido en defensa de la operación del Consistorio para examinar la pieza, así como su valor. «Si tuviese que hacer una apuesta, creo que las Claus originals se fundieron para aprovechar el oro», dice Bestard, que alaba la Clau del siglo XIX: «No es falsa, es una recreación histórica. Es una joya que contiene las armas de la ciudad de Palma. Dos escudos del emperador Carlos I y los escudos de la ciudad y el Reino de Mallorca».

Respecto a las dos Claus del Regne, de una de ellas se desconoce el paradero y la otra permanece en dependencias del Ajuntament de Palma para su estudio y su posible exhibición a la ciudadanía, Bestard advierte que gracias a este estudio «se ha desvelado un misterio de hace décadas que ya estudiaron la historiadora Eulalia Durán, el padre Llompart y Román Piña».

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El cronista afirma que entre los expertos y en el Ajuntament era generalizada la teoría de que las Claus del Regne no eran las originales del siglo XVI que entregaron los agermanats a Carlos V para simbolizar su rendición y mostrarle su fidelidad. El estudio confirma las sospechas: «Cuando vi el escudo de la llave me sonaba raro y por fin se ha hecho un estudio científico» que arroja algo de luz sobre estas Claus que llevan dando vueltas y siendo objeto de diferentes hipótesis desde hace décadas.

Pese a la polémica, el cronista alabó la iniciativa del Ajuntament de Palma de traer la Clau desde Dallas para estudiarla: «Consiguieron dar con una de las llaves, se trajo, se ha desmontado, estudiado y se ha obtenido un resultado muy concluyente. Estamos muy contentos de haber conseguido una de las Claus, es una gozada poderla estudiar pero tampoco creímos nunca que fuese del siglo XVI».

Valor

Pese a todo, Bestard defiende el valor histórico y patrimonial de la réplica: «Es una joya. Cuando la vimos nos quedamos boquiabiertos porque es aún más bonita en directo que en la foto». Bestard añade que se desconoce el destino de las Claus originales fundidas. La última pista que se tiene es que estaba en posesión de la familia del virrey de Mallorca, Miguel de Gurrea, y luego en el siglo XIX fue la familia Rothschild la que encargó una réplica artesanal cuya materia prima es oro.