Manuel y Venancio Vargas, presidente y representante de la Asociación de Calesas de Palma. | Archivo UH

TW
1

La Asociación de Calesas de Palma ha denunciado este martes ante la Fiscalía al presidente de Progreso en Verde, Guillermo Amengual, por promover el odio contra su colectivo. Acusa al líder de la formación ecoanimalista de difundir injurias en redes sociales y medios de comunicación, asegurando que los caballos están en mal estado y llamando a la acción ciudadana para poner fin a esta profesión. El conflicto puede acabar en un cruce de denuncias, pues Progreso en Verde amenaza con presentar otra por denuncia falsa.

Cada verano la polémica a favor o en contra de las calesas sale a la luz. Sin embargo este año, con al menos tres caballos desplomados en Palma, las críticas en redes sociales y también en la calle se han agudizado hasta tal punto que la tensión entre las dos bandos ha acabado en los tribunales. Venancio Vargas, representante de la Asociación de Calesas de Palma, critica que los tuits y declaraciones de Progreso en Verde critican que faenan caballos cojos y en malas condiciones, cuando «es totalmente falso». Ello ha propiciado, según los trabajadores, un intenso acoso y racismo en la calle, donde diariamente ciudadanos les increpan, a grito de «gitanos, maltratadores» o compartiendo fotografías suyas por internet, mientras trabajan. En redes sociales, un usuario reconocía hace un mes estas actuaciones: «Yo llevo más de diez discusiones en solo un mes con esta gentuza». Las inspecciones policiales a los caballos también se han incrementado, alertados por la ciudadanía. Ante semejante situación, la Asociación de Calesas ha recurrido a la vía legal, denunciando a los ecoanimalistas por delito de odio, fomentando el acoso y racismo contra su colectivo.

Contactado por este periódico, Guillermo Amengual, presidente de Progreso en Verde, tilda la denuncia de victimismo: «Nunca han estado tan hasta las cuerdas como ahora». Rechaza las acusaciones de racismo porque sus críticas no se fundamentan en motivos étnicos. Además, asegura que tratan de borrar las descalificaciones e insultos de usuarios en sus redes sociales, si bien en muchas ocasiones se producen como reacción a noticias de comunicación y no a publicaciones de sus cuentas. Por contra, se reitera en sus acusaciones a los caleseros, que engloba dentro de la libertad de expresión. «Estamos tranquilos [con respecto a la denuncia]. Las pruebas del maltrato animal las tenemos» y plantean interponer otro requerimiento judicial contra el colectivo por denuncia falsa.