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Los vecinos de la calle Cotlliure, en la barriada de Camp Redó, se levantan un día más y salen a la calle para encontrarse con un panorama dantesco: orines, decenas de botellas rotas e indigentes durmiendo de forma improvisada en los bancos o en colchones que amontonan después bajo los soportales. Los residentes llevan tres años denunciando la degradación de esta zona, que incluye el parque de Can Simonet, en el que juegan a diario multitud de niños, y aseguran que «ya no pueden más».

En este sentido, exigen al Consistorio palmesano que tome medidas efectivas, «no parches, que es lo que han hecho hasta ahora. No sirve de nada que Emaya venga a pasar el mocho y a regar cuando levantamos mucho la voz, si por la noche los indigentes y drogadictos saben que vuelven a tener vía libre para hacer lo que quieran», lamenta una vecina, que prefiere no dar su nombre por miedo a represalias.

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Los vecinos aseguran que los indigentes que han 'tomado' Cotlliure provienen del centro Ca l'Ardiaca, no encuentran cama allí o los han echado por consumir, y no les queda otra que venir a pasar la noche en la zona infantil de Cotlliure o en el parque de Can Simonet. «Nosotros podemos entender que no tengan un techo, pero lo que no podemos admitir es el clima de inseguridad que se ha creado de un tiempo a esta parte. No solo es que duerman bajo nuestras ventanas, es que se drogan, practican sexo, beben y montan juergas hasta altas horas. Y no te atrevas a gritarles», apunta otro residente afectado, que recuerda que ya han entrado varias veces a los portales de varias fincas por las ventanas de correderas de las escaleras.

¿Hay forma de solucionarlo? Los residentes piden al Consistorio palmesano que aumente la vigilancia policial, porque no es suficiente con el policía de barrio, pero también la mano dura: «Basta de pasearse en moto, tiene que ir a pie de calle y llamar la atención a los incívicos», exigen los vecinos; sin olvidar que es importante reforzar la limpieza de las calles y parques de la barriada.

La situación que viven los vecinos de la zona de Cotlliure choca con los planes del Ajuntament de Palma, que a finales de este mes presentó a bombo y platillo el nuevo eje cívico de Cotlliure, que supondrá la ampliación de aceras, que ahora no alcanzan los tres metros; se llevará a cabo la peatonalización del 100 por 100 de la manzana de s'Escorxador, la última manzana de Cotlliure, junto al colegio Sant Vicenç de Paul, así como la manzana frente al colegio Felip Bauçà; así como la intención de mejorar los espacios públicos alrededor de Camp Redó, con más espacio peatonal y arbolado, a la espera de que el mercado sea reabierto.