Presentación del proyecto de Cotlliure este martes en Cort.

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Más zonas verdes y aceras más amplias, tres zonas completamente peatonales, lugares para el encuentro vecinal y coto a las terrazas para que no se convierta en la calle Fàbrica. Así se dibuja el que será el eje cívico de Cotlliure. El área de Model de Ciutat ha presentado este martes el resultado del proceso participativo para el este proyecto, en el que han participado más de 400 personas donde han mostrado su opinión sobre este proyecto.

«Mañana [por este miércoles] se aprobará en Junta de Gobierno la memoria participativa del eje cívico y a partir de ahí se podrá iniciar el proyecto ejecutivo para el que serán necesarios cuatro meses. Estará listo en diciembre», dijo la regidora de Model de Ciutat, Neus Truyol, que señaló que después se iniciará el proceso de licitación de las obras. De esta manera, el eje de Blanquerna se unirá hasta Cotlliure, que llegará hasta la Vía de Cintura.

Se llevará a cabo la implantación del urbanismo táctico, «que es más eficiente económicamente y permite una mayor versatilidad a la hora de combinar diferentes usos en un mismo entorno». En esta zona se encuentran hasta nueve centros educativos, que cuentan con más de 5.000 escolares. De esta manera, tendrán una importancia significativa los caminos escolares.

En la zona, en la que viven alrededor de 50.000 personas, está previsto el desarrollo de nuevas viviendas tanto en el espacio de Son Busquets, el antiguo cuartel de Son Simonet, sa Presó así como en Can Domenge, lo que sumará otros 2.000 habitantes.

El proyecto se dividirá en tres fases, la primera de ellas supondrá la ampliación de aceras, que no alcanzan los tres metros, y el objetivo es incrementar su anchura «entre un 40 y un 60 por ciento, con aceras de cinco, siete o incluso diez metros. Iremos viendo cuál es la solución más adecuada por la diferente composición del tránsito y la modalidad de aparcamiento».

Por otro lado, también se llevará a cabo la peatonalización del 100 por cien de la manzana de s'Escorxador, la última manzana de Cotlliure, junto al colegio Sant Vicenç de Paul, así como la manzana frente al colegio Felip Bauçà. «La idea es mejorar el entorno de los centros educativos», advirtió Truyol. También mostró su intención de mejorar los espacios públicos alrededor de Camp Redó, con más espacio peatonal y arbolado, a la espera de que el mercado sea reabierto.

Esta primera fase tiene un presupuesto de 450.000 euros, procedentes de los Fondos de Capitalidad. Los vecinos que han participado en el proceso mostraron su interés en que «la zona sea pacificada» y que no haya una expansión de la oferta hostelera, por el temor a que no se convierta en una nueva calle Fàbrica. Algo que descartó Neus Truyol ya que «en el nuevo Plan General, en cualquier calle o espacio de la ciudad no puede haber más de tres establecimientos en 50 metros de diámetro. Por otro lado, el área de Govern Interior trabaja en diferentes zonas en sus planes de usos para que estén muy claras las limitaciones de terrazas. Aquí hay que ser muy restrictivos y los vecinos han pedido que no sea un mar de terrazas».