Los conductores de las calesas ganan una de las batallas judiciales y consiguen poder trabajar y circular sin limitación con los avisos amarillos. | Jaume Morey

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Los conductores de las galeras de Palma podrán circular con total libertad de horario y sin limitaciones durante los avisos o alertas amarillas de la Aemet. En su día, el juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Palma estimó parcialmente el recurso interpuesto por los dueños de las calesas y tumbó parte del decreto realizado por Cort donde se prohibía circular con transporte urbano de viajeros en vehículos de tracción animal con avisos amarillos de alta temperatura. Ahora, los policías locales de Palma han sido informados de la anulación por parte de Cort del decreto que regulaba este punto. Es decir, se les comunica que la prohibición existente hasta la fecha ha sido revocada.

El pasado mes de mayo, el teniente de alcalde de Movilidad Sostenible, Francesc Dalmau, anunciaba a bombo y platillo la prohibición por parte del Ajuntament de Palma de que los caballos trabajen cuando la Agencia Estatal de Meterología (Aemet) declarase alerta meteorológica por aviso amarillo, naranja o rojo por altas temperaturas. Ahora, con fecha 12 de agosto de 2022, los agentes han recibido una Instrucción de Servicio, de obligado cumplimiento, donde se recoge que por decisión judicial los caballos podrán circular con avisos amarillos. La única excepción será cuando la Aemet dicte avisos naranja o rojo de riesgo grave o muy severo de temperaturas.

En la circular informativa policial se recoge que por sentencia número 312/2021, de 30 de julio de 2021, se estima parcialmente el recurso interpuesto contra el decreto de la primera teniente de alcalde del Ajuntament de la suspensión del servicio de las calesas desde las 12 a las 17 horas, con aviso amarillo. Es decir, a partir de 36 grados. No obstante, la justicia permite que siga en vigencia el decreto de 30 de julio de 2018 que permite la suspensión del transporte de galeras con avisos naranjas o rojos.

La ordenanza municipal que rige esta normativa sigue suscitando enormes discrepancias entre animalistas, conductores de galeras y el propio Ajuntament. Nada más anunciarse, Venancio Vargas, representante de la Asociación de Calesas mostró desde un principio su total desacuerdo de su colectivo: «Cuando la Aemet activa la alerta por calor tiene en cuenta todas las temperaturas de la zona sur y no solo Palma. En Ses Salines pueden tener valores altísimos mientras en Palma no llegamos a los 30ºC», defendía.

Cort prohibió en 2019 su servicio entre las 12h y las 17h en días con alerta de temperaturas. Eso, según Vargas, «al menos nos dejaba un margen. Por la tarde, cuando no hace tanto calor, podíamos salir a hacer cuatro horitas», algo con lo que lograban paliar, en parte, las pérdidas de una jornada parados. Por contra, la nueva modificación les inhabilita para trabajar durante todo el día. «Nos van a ahogar económicamente», indicó Vargas, quien anuncia que el sector recurrirá la nueva ley.
En contraposición, Guillermo Amengual, presidente de Progreso en Verde, reiteró sus criticas a los conductores de calesas: «Que esté publicada o no su entrada en vigor es lo de menos, es un puro formalismo» y arremetió también contra Cort por «su nula implicación para acabar con el sufrimiento de los caballos». A pesar de la gran confusión existente en esta materia y el lío de fechas, decretos y ordenanzas, lo que queda muy claro es que los policías locales de Palma, competentes en sancionar o permitir el uso de calesas, solo las prohibirán en casos de alerta naranja o rojo.