El arquitecto José Ferragut. | Redacción Local

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Aunque no lo parezca a primera vista, la huella de José Ferragut está presente en muchos rincones de Palma. Y van más allá del icónico edificio de Gesa o la iglesia de La Porciúncula. La historiadora, filóloga y antropóloga Judith Vega, directora de UNED Baleares, confía en finalizar este año la tesis sobre Ferragut que presentará en la Universidad Rovira i Virgili y está en contacto con los colaboradores del arquitecto para recopilar la información. «Era un adelantado a su tiempo, un hombre culto. Estaba suscrito a todas las revistas de arquitectura de toda Europa», contó Vega. Una ventana al mundo mientras España estaba sumida en el franquismo. Admirador de Le Corbusier, Mies van der Rohe o Gordon Bunshaft, Ferragut se inspiró en ellos para la sede de Gesa en Palma. Prolífico y creativo, «firmó 2.000 proyectos de arquitectura civil, militar y religiosa. Era arquitecto y diseñador de muebles, objetos litúrgicos, suelos, pavimentos... Lo diseñaba todo y buscaba a grandes artistas de otras disciplinas para que se lo hicieran», dijo Vega.

La historiadora explicó que «quiso introducir el movimiento moderno y le costó mucho que le aprobaran los planos. Por eso pudo llevar a cabo los proyectos de los franciscanos y los Sagrados Corazones y Gesa. En la sede de la eléctrica, Sant Francesc y La Porciúncula tuvo total libertad». Apostó por recuperar el centro de Palma al instalar su despacho en el Estudi General Lul·liano, fue arquitecto municipal de Alcúdia y firmó los planes urbanísticos de este municipio, sa Pobla, Cala Sant Vicenç... La parroquia de San Alonso Rodríguez, el edificio Primavera de la plaza Virgen de la Salud o el colegio Sant Francesc son algunas de sus obras en Palma, pero también firmó el Santuario de Cura o el ya desaparecido hotel Cala Blanca, en Calvià, entre otros.

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La historiadora Judith Vega, ante la sede de Gesa. Foto:PILAR PELLICER

El delineante David Torres, en la inauguración de la biblioteca José Ferragut de la sede de UNED Balears. Fotos:ARCHIVOUH / J. VEGA

Edificio de Jaume III.

Memoria

Curiosamente José Ferragut no tiene ninguna calle dedicada a su memoria aunque Vega está preparando una solicitud a Cort para que se le dedique un espacio de la ciudad a su figura. Su fructífera carrera se truncó con su asesinato en 1968, tapado por un escándalo falso, aunque se habla de que había intereses urbanísticos de por medio: «Se negaba a firmar proyectos porque apostaba por las zonas verdes», dijo Vega. Fue su delineante, David Torres, quien terminó los proyectos. La memoria de Ferragut, opacada por el tiempo, lucha ahora por salir a la luz.