Imagen de la fachada del Ayuntamiento de Palma. | M. À. Cañellas

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El pleno del Ajuntament de Palma aprobó de forma inicial este lunes, en sesión extraordinaria, los presupuestos para el año 2022 con los únicos votos del tripartito, ya que PP, Cs, Vox y el regidor no adscrito, Josep Lluís Bauzá, votaron en contra y exigieron la retirada de las cuentas municipales y la elaboración de otras más acordes a las necesidades de la ciudad.

El principal partido de la oposición, el PP, aseguró que se trata de unos «presupuestos irreales que nos van a llevar a compromisos incumplidos porque no van a tener los ingresos previstos, o dejarán las facturas en los cajones para los que vengan después», afirmó la portavoz del grupo, Mercedes Celeste. También alertó de que «se trata de unos presupuestos que podrían suponer el ahogamiento de muchos empresarios y que, lejos de ponerse junto al ciudadano, se ponen frente a él, pues presumen de un espíritu sancionador, con el incremento de los ingresos por multas, y eso nos lo venden como una gran apuesta».

Celeste acusó al equipo de Gobierno de «renunciar a los ingresos por Ley de Capitalidad» y de «olvidar la transparencia y la participación, lo cual cada día es un problema más grande para la ciudadanía». En definitiva consideró que las cuentas «no arreglan los problemas de los ciudadanos». Su compañero de partido Julio Martínez añadió que «son los presupuestos del miedo electoral y por eso gastan lo que no se va a ingresar». Martínez aseguró que el equipo de Gobierno ha errado en sus cálculos del IBI, «por lo que en realidad este impuesto baja de cara al año que viene para el 80 % de las viviendas y no lo saben».

No obstante, el edil de Hiseda, Adrián García, desmintió este hecho al asegurar que «llevamos con el mismo método de cáluculo desde que llegamos, ajustando los tipos para que la recaudación sea estable, y cada año hemos acertado, así que lo que dice Martínez no tiene razón de ser». La portavoz de Ciudadanos, Eva Pomar, por su parte, tildó las cuentas de «pura propaganda» y dijo que son «continuistas porque el Pacte continúa anunciando proyectos que siguen sin ejecutarse». Consideró también que son presupuestos «partidistas, pues sigue en una hoja de ruta ideológica». En su opinión «se debería reducir el presupuesto del área de Política Lingüística y destinarla políticas sociales».

Lamentó que el equipo de Gobierno «se reparte el presupuesto como si fuera una tarta, en tres partes, una para el PSOE otra para Més y otra para Podemos» y se preguntó si «así puede prosperar una ciudad, cuando cada uno tira para el lado que más le conviene». En relación a la previsión de ingresos, Pomar aseguró que «juegan al trile», ya que «los proyectos e inversiones que se podrían sufragar por compensación de la Ley de Capitalidad brillan por su ausencia». «Este año nuevamente desaparecen de las arcas de este Consistorio 27,5 millones de euros por Capitalidad, renuncian al importe que podría cambiar muchas cosas para esta ciudad», criticó.

Eso sí, añadió «tienen dinero para lo que quieren y ejemplo de eso es que entre sus planes está la compra del solar del Lluís Sitjar, para LO que han conseguido 10 millones, ¿saben que proyectos podrían realizar con este dinero?», preguntó.

También consideró que la previsión de ingresos «no es realista, ya que está fundamentada en el incremento de las sanciones y multas que lo único que confirman es el afán recaudatorio del equipo de Gobierno».

En definitiva, Ciudadanos denunció que los presupuestos «incumplen el principio de prudencia valorativa, pues prevén ingresos con serías dudas de que se vayan a producir; incumplen las bases de la transparencia y el buen gobierno y privan del debate de las inversiones a la oposición, y aumentan la presión sobre los palmesanos». En consecuencia, Ciudadanos rechazó los presupuestos y solicitó su retirada.

Por último, el portavoz de Vox, Fulgencio Coll, aseguró que las cuentas están ligadas a los Presupuestos Generales de Estado y a la situación económica actual, así como a los fondos europeos «que no están garantizados». «Al analizar los presupuestos vemos que lejos de favorecer los verdaderos intereses de los ciudadanos y adecuarse a la situación de crisis, han dado la espalda a la realidad, son unas cuentas en las que se fomenta el gasto indiscriminado sin atender las necesidades fundamentales de cara al año 2022 », lamentó Coll.

Estos presupuestos «no reflejan la difícil situación en la que se encuentran miles de familias, autónomos, empresas y comercio en general, da la sensación de que la administración pública vive en una burbuja sin reflejar la austeridad en el gasto, dedicando importantes cantidades a fiestas, ideología o gastos clientelares que nada portan a la ayuda social o a la reactivación económica», denunció.

Añadió que «la conclusión que sacamos al ver las partidas de ingresos y gastos es que son unos presupuestos inconsistentes en los que se han inflado los ingresos». Respecto a las plusvalías municipales afirmó que «los expertos consideran que no recaudarán un 30% de lo estimado». Por otra parte, dijo, «pretenden, solo con fin recaudatorio, incrementar las multas en 10 millones y esto es escandaloso».

Por tanto, dijo el lider de Voz en Palma, «de estos presupuestos estimamos que hay que bajar 20 millones de los ingresos y reasignarlos a partidas que no se han tenido en cuenta y son muy necesarias». Insistió en que «prima la ideología a la buena gestión, el pacto prefiere seguir en la inversión catalanista, en el cambio de nombres de calles, en prohibir murales artísticos o en derribar un monumento como sa Feixina».

Por todo, Vox propuso 'la retirada de los presupuestos y la redacción de unos nuevos que se ajusten a la realidad, suprimiendo todos los gastos clientelares, ideológicos e innecesarios para poder prestar la adecuada la ayuda social y favorecer la reactivación económica. Además de incluir los 30 millones que le corresponden a Palma por Ley de Capitalidad».

En respuesta a todo ellos, el concejal de Hisenda aseveró que está »orgulloso« de los presupuestos que son 'los mejores que puede tener la ciudad». Según dijo son «los más sociales, igualitarios y permiten ayudar a empresas como nunca se había ayudado». García resaltó que las cuentas «mantienen por séptimo año consecutivo el compromiso de congelarlos impuestos, consolidan el compromiso social con los más necesitados y con la igualdad entre las personas y refuerzan la apuesta activa por la ocupación y la promoción económica».