Tomeu Mas preside la Associació de Restauració i Oci de Santa Catalina.

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Los restauradores de Santa Catalina exigen al Ajuntament de Palma que no ponga en marcha ninguna medida de restricción del tráfico o el estacionamiento hasta que no se dote al barrio de un aparcamiento subterráneo.

Como se recordará el Plan Especial de Protección (PEP) de Santa Catalina, aprobado recientemente por el Consistorio, contempla como medida de pacificación del tráfico la posibilidad de limitar la circulación rodada en buena parte de las calles de menor tamaño a los residentes.

Tomeu Mas, presidente de la Associació de Restauració i Oci de Santa Catalina, reconoce que «no estamos en desacuerdo con el plan para el barrio y las medidas que contempla», que en relación a la circulación permitirán mejorar la calidad de vida de los vecinos del barrio, «pero pedimos que no se tome ninguna decisión en tanto no haya alguna alternativa de aparcamiento».

En su opinión, solo hay dos opciones, la construcción del aparcamiento subterráneo bajo el lugar que ahora ocupa la gasolinera de la plaza del Progrés o la ampliación del estacionamiento subterráneo que existe en el Passeig Mallorca.

Esta última opción ya fue rechazada por el Consistorio hace unos años, por lo que el nuevo estacionamiento en la plaza del Progrés es la opción más viable.

Pero este proyecto, ya anunciado por el equipo de Gobierno que preside José Hila, puede tardar aún algunos años hacerse realidad. Por el momento la gasolinera permanece abierta pese a la caducidad de la licencia y la notificación del Consistorio de que debe cerrar.

Por eso la asociación que representa al centenar de negocios de restauración que existen en Santa Catalina reclama al Ajuntament que no se haga nada hasta que el nuevo aparcamiento sea una realidad.

Temor

Según explica Mas, el Consistorio se ha comprometido con ellos y con los vecinos a consensuar cualquier medida de movilidad que se vaya a implementar, pero la experiencia de otros empresarios como los de la zona de la calle Unió o de la calle Bonaire les hacen temer lo peor.

Los empresarios de la restauración del barrio son conscientes de que «somos los que provocamos los problemas de aparcamiento en la zona, nosotros por la noche y un poco el mercado por la mañana, por eso pedimos una alternativa antes de poner en marcha acires o restricciones».

El apunte

Calles de paso solo para residentes

El PEP de Santa Catalina establece que las calles en las que no estará restringido el tráfico serán las principales: Espartero, Comte de Barcelona, Son Dameto, Cervantes, Caro, Villalonga, Cardenal Despuig y Cabrit i Bassa. El resto de vías podrán ser declaradas de tránsito restringido a residentes, mercancías o urgencias. Esta es una de las principales medidas de un plan que también regula la altura de los nuevos edificios y limita el número de locales de restauración.