La línea 7 es una de las afectadas por la reducción de servicios. | Alejandro Sepúlveda

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En estos momentos están saliendo a la calle treinta conductores de la EMT menos de lo normal, según denuncia el comité de empresa, porque la empresa municipal ha decidido no llamar a chóferes de la bolsa para cubrir las vacaciones y bajas del personal. Eso se ha traducido en una supresión de servicios en algunas líneas y, en consecuencia, en un aumento considerable del tiempo de espera de paso de los buses.

Esta situación ha indignado a ciudadanos afectados que ya preparan algunas movilizaciones. Uno de los barrios más afectados es el Pil·larí, pues la línea 31 ha pasado de una frecuencia de una a dos horas por las tardes. Una de las vecinas más perjudicadas, que el pasado lunes relataba en este diario sus problemas con la EMT, agravados por el hecho de que su hija va en silla de ruedas, ha convocado a través de las redes sociales una concentración en la plaza de Cort para el próximo 30 de septiembre, día en que se celebrará el pleno ordinario del mes de septiembre.

‘Pagar el pato’

Por parte de los trabajadores de la empresa municipal los ánimos también están caldeados, porque al final son ellos los que ‘pagan el pato’ de la indignación de los usuarios. Tanto es así, que el comité de empresa acordó ayer respaldar éste y todos los actos de protesta que se convoquen por parte de los vecinos.

«Entendemos que no se pueden quitar servicios por falta de conductores. Hay una bolsa de 140 personas esperando para trabajar y solo han llamado a los 45 primeros, que no supone que se haya ampliado la plantilla en 45 personas, pues la mitad de ellos ya estaban trabajando en la empresa porque entraron con la convocatoria de méritos de 2019», explica Juan Antonio Salamanca, uno de los portavoces del comité de empresa.

Entre las líneas afectadas por esta supresión de servicios, indicó Salamanca, están la 31, la 33, la 5, la 7, y la 8.

Mientras, desde el grupo municipal de Ciudadanos, la regidora Joana Capó exigió ayer al equipo de Gobierno «que se restablezcan las frecuencias y las líneas de autobús que la EMT tenía antes de la pandemia». También reclamó que se alargue el horario del servicio durante el verano.

«No puede ser que los usuarios tengan que esperar más de una hora, o incluso dos, para coger un autobús», lamentó Capó.