Imagen de archivo del cementerio de Palma. | Archivo UH

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La Junta de Gobierno del Ajuntament de Palma aprobó este miércoles el proyecto de ejecución para la segunda fase de reordenación del sector II del cementerio municipal de Palma, el más antiguo, que supondrá la supresión de hasta 110 unidades de enterramiento.

El portavoz del equipo de Gobierno, que además es presidente de la Empresa Funeraria Municipal (EFM), Alberto Jarabo, informó de que el objetivo es mejorar los accesos a las sepulturas en esta zona, muy difícil debido al hacinamiento de las mismas, y hacer que «las visitas sean mucho más agradables de lo que son ahora, pues es complicado llegar a determinadas tumbas».

El edil admitió la carencia histórica de inversiones en el camposanto, que fue inaugurado en 1821. Fue así hasta la pasada legislatura, cuando a comienzos de 2018 se acometió la primera fase de este proyecto, que supuso la liberación de unas 600 sepulturas abandonadas (que carecían de dueño o cuya concesión había caducado).

Ahora, la memoria de la segunda fase del proyecto contempla la reordenación de viales a partir de la liberación de espacio al suprimir unidades de enterramiento. También se creará un nuevo portal de acceso, así como de una zona de descanso con arbolado y bancos. Junto a ello se rehabilitará la escalera empedrada que conecta diversos sectores del cementerio y se ampliarán la redes de suministro de agua y de electricidad.

El inicio de las obras no tiene aún una fecha concreta y el presupuesto estimado de este proyecto es de unos 600.000 euros, indicó Jarabo.