La empresa municipal procedió a avisar a los residentes de la zona afectada de que «por precaución no bebiesen agua del grifo». | J.B.

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El pasado lunes se produjo una filtración de agua desde un pozo de unos terrenos privados de la zona de es Fortí (entre las calles Miquel dels Sants Oliver, Rafael Rodríguez Méndez y Balaguera) a la red de suministro de Emaya, lo que provocó que el agua del grifo en esa zona tuviera un sabor y olor extraño. Un vecino comunicó a Emaya el sabor salado del agua del grifo.

Inmediatamente, desde la empresa municipal se procedió a avisar a los residentes de la zona afectada de que «por precaución no bebiesen agua del grifo» ya que el agua de pozo no está tratada, por lo que no tiene las garantías sanitarias del líquido de la red municipal y no se podía garantizar que fuera apta para el consumo humano.

También por cautela se analizaron todos los aljibes de la zona, en las fincas donde los hubiera, y, según los resultados, en algunos casos se trató el agua de los mismos con cloro y en otros, se vaciaron. A continuación, informó Emaya, «se tomaron las muestras oportunas y se procedió a tratar el agua».

Una vez obtenidos los resultados del laboratorio, los análisis «indican que ya se ha solventado la incidencia», se aseguró, por lo que este jueves se está distribuyendo el aviso de que «ya se puede consumir agua del grifo». En concreto, el aviso a los ciudadanos indica que «una vez corregidas las causas que motivaron la incidencia que afectó a la calidad del agua en algunos puntos de la zona de es Fortí y realizadas las actuaciones oportunas y las comprobaciones analíticas en los aljibes, se confirma que el agua del grifo tiene las garantías sanitarias adecuadas para su consumo».

La empresa municipal, que pidió disculpas a los ciudadanos por las molestias, investiga ahora la causa de la filtración de origen privado, que podría haber sido por un mal funcionamiento de una válvula, una avería, etc. En cualquier caso, Emaya recuerda que «conectar aguas de pozo con la red está estrictamente prohibido por la ordenanza municipal y el reglamento de abastecimiento de agua». Por ello, «se investigará las causas por si los culpables deben asumir los costes y los perjuicios ocasionados».