Imagen de una de las protestas realizadas por los vecinos de Son Güells en contra de la planta hormigonera. | Redacción Local

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La Comissió Balear de Medi Ambient del Govern ha emitido un informe de impacto ambiental desfavorable al proyecto de construcción de una planta de dosificación para la preparación de hormigón en Son Güells (zona del Estadi Balear) por los impactos ambientales adversos significativos que provocaría.

El proyecto cuenta con la oposición frontal de los vecinos por los graves perjuicios para la salud y medioambientales que conllevaría este tipo de industria.

El informe fue remitido ayer a las partes afectadas aunque todavía no ha sido aprobado. A partir de ahora debe someterse a la votación del comité técnico de la Comissió, que se reunirá el próximo jueves, y una semana después deberá ser ratificado de manera definitiva por el plenario de este mismo órgano, donde están los representantes políticos.

El informe es vinculante para el Ajuntament de Palma, que fue quien lo solicitó y que es la administración que, finalmente, debe rechazar el proyecto.

En sus conclusiones, el informe establece en primer lugar que «según el Decreto 19/1996, la actividad proyectada está clasificada como molesta, nociva e insalubre». La actividad de planta de hormigón, indica, se encuentra clasificada como «actividad potencialmente contaminante».

Se resalta la «falta de coherencia desde el punto de vista de planificación urbana, que ha dado lugar a que en un espacio próximo confluyan usos incompatibles como es el caso del uso residencial y equipamiento depor- tivos y sanitarios con usos industriales».

Indica que según el informe de la Oficina del Plan General del Consistorio palmesano, actualmente viven en la zona 841 personas, «y la revisión del PGOU propone una previsión de población en el ámbito de 3.969 habitantes». Remarca también la existencia de la residencia y centro de día de Son Güells «a tan sólo 75 metros de la actividad proyectada».

Contaminación

El informe no deja dudas de que la planta de hormigón produciría emisiones de partículas que afectarían a la calidad del aire y no se considera, además, «oportuno añadir otra fuente de contaminación sonora en un entorno donde hay presencia de población sensible». Asimismo, se indica que «el incremento del tráfico de vehículos pesados que producirá la planta puede afectar significativamente a la movilidad de la zona».

Entre otras consideraciones se concluye también que las alegaciones recibidas al proyecto «ponen de manifiesto la poca aceptación social que tiene».