Palomas junto a la terraza de un bar de Palma. | Jaume Morey

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El Ajuntament de Palma acordó este mes de abril la contratación del servicio de control de palomas mediante pienso esterilizado en todo el término municipal, por un plazo de dos años y un importe de 99.462 euros. Es una técnica que, hasta ahora, no se había llevado a cabo en el municipio pero que da una solución menos agresiva a la sobrepoblación de estas aves.

Por primera vez, el Consistorio realiza un censo para contabilizar el número de palomas. Éste será, según confirman fuentes internas, el primer paso antes de proceder al suministro del pienso con los anticonceptivos.

Pese a centrar el principal problema de estos animales en la plaza España desde hace años, las críticas también aparecen en calles como Oms o incluso en la plaza Bisbe Berenguer de Palou. «Las palomas son muy guapas, pero ensucian mucho», asegura a este medio Mateu Martorell, propietario del Bar Espanya, quien considera que ha habido un ligero aumento de esta población en los últimos meses. «Ha llegado a haber 30 palomas en la terraza en un solo día», sostiene.

Martorell menciona que a menudo llamaban al Ajuntament para notificar la presencia de palomas por Oms, y así procedían a capturarlas. En la plaza conocida como Los Patines un camarero también menciona la presencia, cada vez mayor, de las palomas, al acecho de comida o desayuno, sobre todo. Este año, la institución confía en los anticonceptivos para estabilizar y controlar su reproducción, una técnica que aplican regularmente otras comunidades autónomas e incluso municipios mallorquines como Son Servera.

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Los toldos de Ca na Cati muestran la problemática que tienen con las palomas.

Suciedad diaria

Uno de los toldos de la calle Oms llama la atención por estar repleta de excrementos de palomas. Es la realidad que vive la panadería Ca na Cati desde hace al menos dos años. «Se tiran encima de la mesa, se pasean por la terraza y si ven sobras se comen todo», describen Cati y María, empleadas de este establecimiento. Aseguran que «no podemos quitar las sombrillas porque las mesas estarían sucias de excrementos diarios». Incluso, cuentan que han llegado a entrar y volar dentro del local, provocando algún que otro desastre.

Regular y controlar a menudo estas aves es una petición que está sobre la mesa de algunos establecimientos de la calle Oms, no solo por la suciedad diaria que provocan, «sino porque hay clientes a quienes no les gustan», asegura Cati. Otros propietarios, como Rasel, que dirige un local de comida rápida, no han notado un aumento de palomas; es más, ni siquiera les molestan, dice, como también confirma el encargado de la cafetería Los Patines.

Pese a las diferentes opiniones de afectados sobre la presencia de estas aves de Ciutat, muchos exigen a Cort que «haga algo» para reducir su impacto. Sin embargo, a la espera de que detallen más acerca del pienso esterilizante, los hosteleros siguen en guerra con las palomas.

Un censo fiable para estimar palomas

El Ajuntament ha considerado la realización de un censo fiable ante la constante plaga de palomas que no solo ha abordado el centro de Palma, sino que ya es un problema para barrios como s’Escorxador o Santa Pagesa desde hace años. Cabe recordar que, hasta ahora, la técnica habitual era la captura mediante jaulas, llegando a recoger hasta 2.000 aves.

Ratas en Passatge Can Curt

Los vecinos de la calle Passatge Can Curt, en Pere Garau, están hartos de las ratas y la suciedad de solar del número 26 de la vía. Una de las más afectadas es Isabel Bartolomé, que vive en un primer piso muy cerca del solar y las ratas entran en su terraza con frecuencia. Asegura que llevan así cerca de tres años. Para colmo, una mujer da de comer a lo gatos que hay en este solar. Los vecinos han acudido a Cort, «pero no hacen nada porque el terreno es privado».

Una de las tratas que entró en la terraza de una vecina.