Imagen de la reunión telemática de la Gerencia de Urbanismo del Ajuntament de Palma. | Mónica González

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La Gerencia de Urbanismo, en reunión realizada de forma telemática, aprobó este martes elevar al pleno del Ayuntamiento de Palma una modificación puntual del Plan General para poder incluir el velódromo de es Tirador (el edificio y las pistas) en el catálogo municipal y, de esta forma, pasar a ser un bien protegido.

La regidora de Modelo de Ciudad, Neus Truyol, declaró que «esta aprobación nos ayudará a continuar con el objetivo de protección del patrimonio histórico de Palma» y «a dar continuidad a los proyectos estratégicos de lucha contra el cambio climático, como es el de la Falca Verda», de la que el velódromo formará parte.

Esta protección del edificio del velódromo y de las pistas no ha sido posible hasta que ambos elementos pasaron a ser 100 % de propiedad municipal, algo que no fue realidad hasta el año pasado tras un proceso largo de expropiaciones.

Truyol recordó el valor arquitectónico e histórico de este edificio, inaugurado en 1918 y diseñado por el arquitecto Gaspar Bennàzar.

Por su parte, las pistas del velódromo, añadió, se inauguraron en 1903 y fueron las primeras que hubo en toda España y las duodécimas más antiguas del mundo.

Las pistas tuvieron actividad hasta el año 1973 y a partir de ese momento el conjunto ha padecido un proceso de degradación. Al respecto, Truyol aseguró que «pese a todo la calidad de la edificación ha permitido que se mantenga en condiciones muy razonables y es posible la recuperación total».

El futuro del velódromo «pasa por formar parte del pulmón verde que es la Falda Verda y por tanto se unirá al parque de sa Riera y al del canódromo».

La edil no pudo avanzar cuándo comenzarán las obras para la creación de una zona verde en el velódromo, pero destacó que «se trata de un proyecto de legislatura» y que »una vez que esté aprobada la catalogación podremos tramitar los pliegos para poder hacer el proyecto de rehabilitación tanto del edificio como de las pistas y la renaturalización del entorno para dar continuidad a la Falca Verda. Por último se ejecutarán las obras».

Además «se deberá buscar la financiación y en este contexto actual es difícil hacer previsiones», admitió.

También desde hace años el edificio del velódromo está okupado y en estos momentos de estado de alarma la tramitación en este sentido está paralizada, pero la responsable municipal anunció que «el protocolo está activado y una vez que se levante el confinamiento se reanudará al procedimiento para poder intervenir y restaurar este espacio».