Según la DGT el límite de velocidad a 30 disminuye la siniestralidad y la gravedad de los accidentes, además de reducir los ruidos, la contaminación y los atascos. | Policía de Palma

TW
30

La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene preparadas para su aprobación dos reformas que se pondrán en marcha en Palma, así como en otras capitales españolas. La primera y más esperada se vincula a la regulación de la circulación de los patinetes eléctricos, unos dispositivos de movilidad muy populares en los últimos tiempos cuya utilización en demasiadas ocasiones ha sido enmarcada dentro de una suerte de vacío legal.

Independientemente de las ordenanzas municipales, aprobadas en cada caso por los ayuntamientos, la DGT pretende introducir cambios en el Reglamento de Vehículos para establecer unas bases en la regulación de los llamados Vehículos de Movilidad Personal (VMP).

Noticias relacionadas

De este modo, los patinetes no podrán circular por las aceras ni por vías interurbanas, tendrán un límite de velocidad de 25 km/h y serán considerados vehículos. Como tales sus conductores serán sancionados por consumo de alcohol y drogas o por llevar auriculares.

Por otro lado encontramos la reforma del Reglamento de Circulación que establecerá un límite genérico de 30 km/h, solo en ciudad y en vías de un carril por sentido. Desde la DGT afirman que no se trata de una limitación arbitraria, ya que un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre atropellos y velocidad estableció que el riesgo de fallecer como consecuencia de un atropello se reduce como mínimo cinco veces si la velocidad del vehículo que impacta es de 30 km/h en lugar de 50. También reduce el riesgo de resultar herido grave y de sufrir un accidente con víctimas mortales, del mismo modo que disminuye el ruido, la contaminación y los atascos.

Este cambio no afectaría a todo el territorio urbano, sino que tan solo específicamente a las calles de un carril para cada sentido de circulación. Además de Palma, otras diecinueve capitales españolas formarán el club de las ciudades 30, del que ya forman parte capitales europeas como Roma, París, Bruselas, Berlín, Londres o Dublín.