Imagen de archivo de trabajadores del Ajuntament de Palma que trabajan de cara al público. | Jaume Morey

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El Ajuntament de Palma comienza este año a evaluar las habilidades y competencias de sus funcionarios como parte del cumplimiento del acuerdo de la carrera profesional al que se ha llegado esta legislatura.

La regidora de Funció Pública i Govern Interior, Aurora Jhardi, explicó este lunes que la llamada evaluación 360 grados permite a la Administración «gestionar a sus funcionarios y hacer un reconocimiento especial a las personas que tienen un compromiso con su trabajo». El objetivo, dijo, «es mejorar el servicio público que se da al ciudadano».

El examen sigue la línea que ha adoptado la CAIB en este sentido y consiste primero en una auto evaluación del funcionario en relación al trabajo que desarrolla y se complementa con la evaluación que de él harán sus superiores, sus iguales y las personas que están a sus órdenes. En este examen, detalló la responsable de Podem, se evalúa la formación del funcionario, conocimientos, habilidades, actitudes, competencias, etc.

En este momento, informó Jhardi, la evaluación se está comenzando por los funcionarios que este año quieren acceder a un nivel superior, que se estima que son unas 400 personas. Pero la edil advierte que «si no superan esta evaluación no podrán ascender o subir de nivel». También se puede bajar de nivel si no se supera el examen, pero solo en el caso de que se esté en el nivel más alto.

Jhardi destacó que, de momento no hay muchos ayuntamientos que apliquen esta evaluación a nivel estatal, «pues ha sido esta legislatura cuando ha empezado a entenderse y conocerse el concepto de carrera profesional». La carrera profesional está recogida en el Estatuto Básico del Empleado Público y «el consenso mayoritario es que esta evaluación 360 grados es imprescindible», concluyó Jhardi.