El exministro y expresident de la Generalitat, a su llegada al juicio. | Efe - Biel Aliño

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Joaquín Barceló, uno de los amigos más cercanos al expresidente de la Generalitat Valenciana y exministro Eduardo Zaplana, ha confesado este miércoles en el juicio del caso Erial que fue su testaferro y que puso su firma en Luxemburgo en fondos por la «mordida» de la privatización de las ITV.

El fiscal pide para él una condena de 8 años de prisión por pertenencia a grupo criminal y blanqueo en este juicio sobre supuestas «mordidas» en las adjudicaciones de las ITV valencianas y de parques eólicos. En la tercera sesión del juicio, el fiscal le ha preguntado que si era testaferro de Zaplana y Barceló ha contestado: « Sí, me pedía favores y lo hacía, si eso se llama testaferro, pues testaferro, qué quiere que le diga».

Barceló también ha confesado que, por orden de Zaplana, viajó a Luxemburgo junto a los hermanos Vicente y José Cotino (dueños de la firma Sedesa) para poner a su nombre los fondos por la «mordida» de la privatización de las ITV. «Primero estuve convencido de que el dinero era totalmente lícito, pero luego me empezó a oler mal..., las ITV... adjudicaciones públicas... no vi claro que era delictivo, pero me mosqueé», ha asegurado.

Barceló ha explicado al fiscal que Zaplana le dijo que se había encontrado con un dinero que no esperaba: «Me dijo que eran 2,5 millones de euros, y que si me podía hacer cargo de él, porque él estaba en política y no podía. Me dijo que era una operación transparente y lícita y lo hice por amistad».

«Fuimos a Luxemburgo en un avión privado con los hermanos Cotino (Vicente y José, dueños de la firma Sedesa). Allí nos entrevistamos con Beatriz García Paesa (sobrina del espía Francisco Paesa) y firmé un papel. Me enteré de que en esa cuenta no había 2,5 millones sino 6,5 cuando entró la UCO en mi casa», ha agregado.