Según ha explicado, la intención de esta misiva es pedir al Gobierno francés una «rectificación» y comunicar a los agricultores franceses que sus enemigos «no son los españoles», sino aquellos productos procedentes de terceros países que ingresan su producción «sin cumplir los mismos requisitos que aquí se les exigen». De hecho, el primer ministro francés denunció «competencia desleal» por parte de países como España o Italia.
Aunque la portavoz de Vox ve «legítimas» las demandas del sector primario francés, pero ha denunciado la situación de los transportistas españoles en la frontera y ha pedido cesar los ataques. «Las legítimas demandas del sector primario francés, en línea con las numerosas quejas expresadas en las últimas semanas por toda Europa, no deben encontrar en el agricultor español un enemigo», ha apostillado la portavoz.
Pepa Millán ha protestado contra unas «nefastas políticas de la Unión Europea» en materia agroalimentaria. En concreto, ha denunciado que se ha «pervertido» la PAC y «se están recortando todos los años las ayudas a los agricultores y a los ganaderos». En su opinión, el sector agrario cada vez recibe menos dinero y se le está imponiendo unas condiciones ecológicas de producción «que no pueden afrontar y que son inasumibles».
A esto se suma, dice Millán, que los costes de producción «son cada vez más elevados», lo que acaba repercutiendo en los precios finales de consumo, y una competencia «desleal» de terceros países. «Los agricultores franceses y españoles son víctimas de unas políticas que defienden el gobierno de Sánchez, de Macron, de Von der Leyen y también del Partido PP en Europa», ha remachado.
Además de la misiva remitida a Attal, Vox ha registrado una batería de preguntas al Gobierno sobre el asunto y la solicitud de comparecencia en el Congreso de los ministros de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas; y el de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente; para que informen de las medidas que el Gobierno prevé adoptar ante la situación acontecida en la frontera francesa. El ministro Luis Planas ya se pronunció sobre el asunto y respondió al primer ministro francés que en España «no hay ninguna ventaja competitiva». «Estamos en la Unión Europea, por tanto, las normas de producción de comercialización son similares en todos los países miembros», aseguró el titular de Agricultura.
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Es lo que tendría que hacer el incompetente presidente que tenemos, sólo preocupado por mantener su silla, contentando a los nazionalistas, olvidando los graves problemas de los agricultores y los transportistas españoles.