Sánchez, durante la entrevista. | Redacción Digital

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha comprometido este lunes a garantizar la «estabilidad política» en esta legislatura, para lo que ha asegurado que va a «sudar la camiseta hasta la última gota» con el objetivo de sacar adelante sus iniciativas, al gobernar con una minoría parlamentaria.

En una entrevista en RNE, Sánchez ha dicho que gobierna en coalición y con un «Parlamento fragmentado», como se constató el pasado miércoles en la votación del Congreso de los tres decretos del Gobierno que obligaron al PSOE a negociar 'in extremis' con partidos como Junts, y que es en esa realidad donde tiene que operar.

«Garanticé la estabilidad durante cuatro años, me comprometo a garantizar esa estabilidad política durante los próximos cuatro años. Voy a sudar la camiseta hasta la última gota para lograr ese triple objetivo que me he planteado en esta legislatura: los derechos, el empleo y la convivencia», ha asegurado. En su opinión, dentro de un «Parlamento fragmentado» como el actual «lograr votaciones ajustadas en favor de la mayoría es el camino y la normalidad», y ha avisado de que aquellos grupos que rechacen las medidas que plantee el Gobierno «tendrán que explicarlo».

Sánchez ha insistido en su intención de buscar escaños «hasta debajo de las piedras» para sacar adelante iniciativas como la revalorización de las pensiones, y ha señalado que «si tuviera ocasión de lograr un acuerdo con el PP, lo haría», pero ha reprochado al principal partido de la oposición que se dedique a «señalar el dedo y no la luna» cada vez que critica al Gobierno.

Confía, no obstante, en lograr el apoyo del PP en la ley que prepara el Gobierno para proteger a los menores del porno en internet, así como de las instituciones y colectivos afectados por esta «epidemia». Sobre la ley de amnistía, cuyas enmiendas parciales se registran esta semana, ha reconocido que tendrá que «hacer pedagogía», pero ha subrayado que la política territorial que ha practicado en sus cinco años como presidente del Gobierno «ha significado achicar espacio al rencor y a la desconfianza entre los actores políticos».