Don Felipe y doña Letizia hablan con uno de los afectados. | Francisco Gomez

TW
1

El Rey manifestó este jueves que hay que hacer «todo lo que esté en nuestras manos» para sacar adelante a las familias damnificadas por la erupción volcánica de La Palma. «Hay que preservar su seguridad, garantizar su mañana y reconstruir en La Palma todo lo que la naturaleza se ha llevado», dijo el Rey durante su visita al barrio de La Laguna, en Los Llanos de Aridane, a las personas que están en este lugar tras abandonar sus casas como consecuencia de la erupción volcánica que se inició el domingo.

Don Felipe y doña Letizia tuvieron ocasión de conocer por boca de los propios evacuados y los afectados por la erupción del volcán de la Cumbre Vieja el impacto que está teniendo en sus vidas, así como la última información sobre la situación en la isla, en sus contactos con las autoridades y los equipos de emergencia.

Los Reyes llegaron cerca de las 12.00, hora local, al acuartelamento de El Fuerte, en Breña Baja, donde pudieron conversar con algunas de las personas que permanecen alojadas en estas instalaciones tras haber sido evacuadas e interesarse por sus casos particulares. Durante su visita, estuvieron acompañados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, y el presidente del Cabildo insular, Mariano Hernández Zapata.

Declaraciones

El Monarca aseguró que La Palma está «en el corazón» de todos los españoles. En el barrio de La Laguna de Los Llanos de Aridane, los Reyes hablaron con un grupo de familias que han perdido sus casas, que les contaron su experiencia y que pidieron que las ayudas lleguen cuanto antes. En una declaración a los periodistas, don Felipe afirmó que en una tragedia como esta no es fácil ponerse en el lugar de los afectados porque, con la pérdidas de sus casas y propiedades, han perdido «vidas enteras, tanto sacrificio acumulado e incluso la memoria de sus vidas».

Noticias relacionadas

Señaló además que se quedan «literalmente sin nada, sin sus casas, sin sus enseres pero con vida» y se mostró convencido de que con la ayuda y solidaridad de los demás podrán salir adelante. «Tenemos que hacer todo lo que está en nuestras manos para sacar adelante a estas familias» dijo el Rey, quien señaló que en esa recuperación no van a faltar las ayudas de todas las administraciones «que tienen ese compromiso muy claro».

Además, resaltó que en este compromiso también están entidades privadas y muchos ciudadanos «que, de forma altruista, quieren arrimar el hombro».

El Rey manifestó que lo visto estos días «nos ha dejado atónitos, no lo vamos a olvidar» y aunque reconoció que costará mucho volver a la normalidad «La Palma saldrá adelante». «Todas estas familias se recuperarán porque van a tener ayudas y entre todos vamos a recomponer sus vidas. Los tenemos que ayudar», aseveró.

Doña Letizia

La Reina también manifestó que los vecinos le expresaron «con mucha pena, tristeza y dolor» su situación y afirmó que la capacidad de ponerse en la piel de estas personas «nos hace crecer como sociedad».

Los Reyes aprovecharon para saludar y conversar con representantes de los distintos cuerpos de seguridad y servicios que están participando en las labores de emergencia y evacuación, como el Ejército, la UME, la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Policía Local, los Bomberos así como el Servicio Canario de Salud o la Cruz Roja. A todos ellos les trasladaron su agradecimiento por la labor que están realizando de forma conjunta y en colaboración.

Punto de vista

La lava cubre más de 166 hectáreas y ya ha engullido 350 inmuebles

La lava del volcán de la Cumbre Vieja ha cubierto desde que comenzó la erupción el pasado 19 de septiembre un total de 166 hectáreas y ha destruido ya 350 edificaciones, según el seguimiento por satélite del programa Copérnicus de la Unión Europea. También se observa que el volcán ha entrado en una relativa «miniestabilidad» que no se sabe cuánto va a durar, aunque es «bastante explosivo» con nueve centros de emisión. Las coladas avanzan con mucha lentitud, a cuatro kilómetros por hora.