El candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid y secretario general de Unidas Podemos Pablo Iglesias durante un acto electoral en Leganés. | DAVID CASTRO

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El líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, asume que su «figura está gastada» y tiene «claro» que la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, que le reemplazó en la vicepresidencia del Gobierno cuando decidió ser candidato a las elecciones autonómicas de Madrid, «aporta más votos» que él a su formación.

«La política corre rápido y mi figura está gastada. Tienes que saber cuándo dar un paso adelante para conducir y cuándo dar un paso atrás para mantenerte en una posición más modesta», dice este viernes en el suplemento «7» del Corriere della Sera, a escasos días de las elecciones en Madrid.

«Mi papel es ponerme a las órdenes de Yolanda. En baloncesto, el pívot es el que pone más balones en la canasta. Para mí está claro que Yolanda aporta más votos que yo a nuestro proyecto», afirma en una entrevista en la que también asegura que el feminismo es «más transversal socialmente que el movimiento obrero» y que le da «vértigo» lo que ha logrado «desde el punto de vista histórico».

Iglesias insiste en la importancia del papel de las mujeres en un mundo en el que «estereotipos de varones» siguen marcando la forma de hacer política: «Todos los hombres, incluidos los que tenemos responsabilidades políticas, seguimos teniendo muchos tics, defectos que derivan del mundo machista en el que crecimos».

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«Organizaciones políticas, económicas o gobiernos que suelen estar encabezados por mujeres logran aportar una sensibilidad humana que hace que toda la estructura funcione mejor. Sin idealizarlo como una solución universal, el feminismo es la clave para las próximas transformaciones sociales», asegura.

Para el todavía líder de Unidas Podemos, está claro que «el movimiento feminista es la nueva gran revolución, está desempeñando un papel mundial comparable únicamente al que tuvo el movimiento obrero en el pasado», pero «más transversal socialmente y por eso mismo puede provocar grandes transformaciones económicas: poner la economía de los cuidados en el centro del debate, liberando energías previamente ocultas».

Y esto es posible porque «la pandemia ha cambiado los paradigmas de la política. Antes de la COVID era tabú hablar de mutualización de la deuda, gasto público y del Estado necesario para el despertar de la economía. Eran solo nuestros temas, ahora todos se han apoderado de ellos. Es hora de pedir más por la igualdad y la política social y esto se puede hacer sólo con el feminismo».

«Todos tenemos que ser feministas», afirma el candidato, que a la pregunta de qué enseña a sus hijos responde que quiere «evitarles los arquetipos» con los que él creció y «ser hombres de otra manera, hombres que lloran, que no gritan, que no levantan la mano a nadie».

Sobre sus logros políticos, Iglesias afirma que le «da vértigo» ver lo que ha conseguido «desde el punto de vista histórico» y añade: «Ni siquiera el líder del mayor partido comunista de Occidente, Enrico Berlinguer, logró llegar adonde he llegado yo: un marxista en un gobierno de la OTAN».