El exdirigente etarra José Antonio Urrutikoetxea Bengoechea 'Josu Ternera' llega al Palacio de Justicia de París, este martes. | Efe

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El Tribunal Supremo francés rechazó este miércoles el recurso de José Antonio Urrutikoetxea, «Josu Ternera», contra la decisión de entregarlo a España para que pueda ser juzgado por su papel en la financiación de ETA a través de las «herriko tabernas».

El Supremo confirmó así la decisión de la sala de instrucción del Tribunal de Apelación de París, que el 30 de septiembre se pronunció por el envío a España de Josu Ternera por esa causa, pero que queda diferido hasta la resolución de otros procedimientos abiertos en Francia, y que tardarán como mínimo unos meses en resolverse.

En caso de ser condenado en ese sumario de la financiación de la organización terrorista podría enfrentarse una pena de más de nueve años.

En la audiencia que se celebró esta mañana ante el Supremo, la Fiscalía francesa había pedido que se descartaran los tres argumentos utilizados por la defensa del exdirigente etarra en su recurso.

Los dos primeros eran de carácter formal, sobre si el dossier enviado por la Audiencia Nacional de Madrid incluía todos los elementos y sobre si la euroorden emitida contra Urrutikoetxea había sido precedida por una orden de detención en España.

Consultado por las autoridades judiciales francesas sobre esa última cuestión, el juez instructor español respondió que la inculpación que se dictó contra Josu Ternera del 28 de febrero de 2005 llevaba aparejada una resolución para su arresto.

La defensa también alegó que España lo reclamaba por razones políticas, algo que rechazó el Ministerio Público, entre otras cosas recordando la jurisprudencia del propio Tribunal Supremo sobre ese punto ante ese mismo motivo invocado en el pasado por otros etarras.

Los abogados de Urrutikoetxea habían justificado el supuesto carácter político de la demanda española sobre todo en unas declaraciones de la Guardia Civil poco después de su arresto en los Alpes franceses en mayo de 2019, en las que lo presentaban como un icono de la organización terrorista.

El etarra, de 69 años, se encuentra en libertad condicional en París desde finales de julio para evitar que pueda contagiarse del coronavirus entre rejas y está pendiente de otro dictamen del Supremo el próximo día 17 sobre su entrega a España para ser juzgado por el atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza en 1987.

Al día siguiente, la sala de instrucción del Tribunal de Apelación de París hará pública su decisión sobre otra demanda de extradición de la Audiencia Nacional de Madrid por su presunta implicación en el asesinato en Vitoria del directivo de Michelin Luis Hergueta en 1980.

Además, la Justicia francesa tiene abiertas contra él dos causas: una está programada con un juicio a finales de febrero de 2021 y la otra ha sido devuelta a la instrucción y como pronto dará lugar a un proceso en junio.